Uno de los problemas que aqueja a San Luis es la falta de vivienda, si bien la ciudad está en pleno crecimiento, considerado normal, el hecho de que haya aproximadamente 20 mil lotes baldíos en la mancha urbana y a un alto costo de venta (40 mil dólares en promedio), es una señal de que esta frontera tiene un problema para la adquisición de casas de interés social.
Para el arquitecto Flavio Chávez Flores, San Luis tiene de 12 a 14 mil personas que pueden obtener un crédito de Infonavit, dicho por la misma institución, aunque no sabe si podrán calificar todos.
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“El problema radica en que no han afectado algunos factores, principalmente la pandemia, que provocó muchas alzas; muchos materiales de construcción aumentaron sus costos, y cuando las cosas volvieron a cierta normalidad, había un exceso de demanda y aprovecharon para subir los precios”.
Agregó que otra dificultad que tuvieron fue la inflación, que eso obliga que las viviendas se encarezcan, que sea más caro producirlas.
Expresó que los créditos para la adquisición de casas no aumentan en la misma proporción, el monto no se incrementa y quien quiere comprar vivienda, no le alcanza; además, el Infonavit ha puesto nuevos requisitos para ser sujeto de crédito, ahora solicitan un seguro de calidad, que va unido a una supervisión de parte de las aseguradoras.
Indicó que también, tienen que cumplir con lo que pide la Sociedad Hipotecaria Federal, así como un verificador que controlaba la calidad de las viviendas, por lo que tenían que cumplir con tres entes y se complica cumplir.
Mencionó que el Infonavit tiene “maniatados” a los valuadores, porque no permite que les incremente el valor de la vivienda a la par de los precios, por eso, ya no es atractivo para ellos el construir.
“Ya no hay tanto auge de vivienda como hace cuatro o cinco años en este sector, se tienen que ir a fraccionamientos relativamente retirados (en la calle 50) para poder ofertar (en volumen) y ser económicamente atractivo”.
Casas con altos costos
Dijo que los precios de las viviendas se incrementaron en un 40 por ciento por lo menos, ya que, de un promedio de 700 mil pesos, ahora es de 900 mil pesos, incluso, están ofertando casas de hasta 2 millones de pesos, pero también hay más costosas.
“Antes de la pandemia, una vivienda se vendía en 500 mil pesos, pero después, el costo aumentó hasta 700 mil pesos, pero tan solo el cemento subió más de 40 por ciento, el acero más del 100 por ciento, el cobre entre 60 y 70 por ciento; con el cemento, los blocks y el material para enjarre también se dispararon”.
Comentó que las viviendas podrían costar alrededor de 800 mil pesos, pero Infonavit y la Sociedad Hipotecaria Federal están frenando los valores reales, por eso para los desarrolladores no es atractivo construir casas de interés social.
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Los terrenos
Otro detalle que afecta en gran medida son los costos de los terrenos, ya que, un lote para hacer tres viviendas, lo podían comprar en 20 dólares o menos, ahora, cuentan 40 mil y ya no hay.
“Hay muchos lotes en la ciudad, pero no los quieren vender; los que pueden venderse están muy retirados de la zona céntrica y de todas formas están caros, eso dificulta hacer vivienda económica”.
Manifestó que, en las orillas, hay terrenos en venta, pero también hay muchos que son irregulares, además que no cuentan con los servicios básicos (luz, agua, drenaje) y uno de los requisitos que piden es que cuenten con ellos.
