En una tradición de más de 11 años se ha convertido adornar su casa con motivos navideños, con el objetivo de algún día lograr convertirla en una villa de gran tamaño.
Este año es el primero de los 11 que cierra el bulevar con permiso del Ayuntamiento, pensando en la prevención de accidentes y para poner grandes inflables, focos, automóviles de colección y un gran pino que enciende en un significativo evento para simbolizar la inauguración de la temporada.
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Las luces y todos los adornos se encienden desde el pasado jueves, todos los días, a partir de las 18:00 horas y hasta las 00:00 horas y aunque la casa se ubica por bulevar Félix Contreras, casi esquina con calle 26, la entrada a este pasaje, se encuentra por la calle 27.
NO COBRA NADA, PERO RECIBE ALIMENTOS Y ROPA PARA DONAR
El acceso no tiene algún costo para los visitantes, sin embargo Ángel Aguilar Zavala comentó que si algún visitante tiene la posibilidad de llevar un donativo en forma de alimento no perecedero o prendas para cubrir el frío, será bienvenido, pues los lleva a familias de la periferia.
“Totalmente no pido nada, si alguien gusta traer algún alimento o ropa, adelante. Yo pertenezco a un club de travesías y nosotros los primero de enero, hacemos donaciones a la gente de la periferia. Lo que guste traer, lo llevaremos por parte de todos los visitantes, no por parte de la Casa del Polo Norte”.
LA HISTORIA DE LA FUTURA VILLA
Hace más de una década, Aguilar Zavala se dedica a ofrecer alegría y a su vez nostalgia con su proyecto al que llama Casa del Polo Norte.
Inicialmente fue en otro domicilio donde ponía los grandes adornos, pero hace seis años se mudó a donde reside actualmente y ahí empezó a crecer más, además compartió que dentro de su casa tiene una Villa Navideña, con la que tiene 5 años.
“Yo vivía en otro domicilio y comencé con una tira de luz de cascada, un ‘Santo Clos’ de ocho pies, que compré usado y un tren también usado, que todavía conservo, porque fue con el que empecé, así, hasta llegar a esto”.
Externó que solo porque a él le gusta celebrar la Navidad y porque recuerda lo bonito que era vivir estas fechas cuando era niño, lo inspiró para iniciar este proyecto.
Son sus hijos, expuso, el principal motivo para continuarlo, quienes lo ayudan en todo momento a cumplir su objetivo, así como sus primos, amigos y por supuesto su esposa, quienes activamente participan día con día en el encendido de todo.
“También tengo el apoyo de todos mis vecinos, me ayudan con la luz, la decoración de sus casas y así nos expandimos. Yo hago la invitación a mis vecinos, me importa mucho que no se molesten porque les cierro la calle, pero al contrario he recibido de ellos apoyo, agradecimientos y comentarios muy bonitos por lo que estoy haciendo; me siento más agradecido con ellos”.
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Por último, mencionó que además de los niños, los adultos mayores disfrutan más los adornos que pone por toda la calle y que se siente emocionado cuando recibe agradecimiento, pues le dicen que provoca alegrías en mucha gente.
