Una madre de familia de una niña autista de 10 años de edad, solicita a la población que acostumbra a quemar cohetes en estas fechas, a que sean más empáticos y eviten esta práctica que afecta de sobremanera a las personas que tienen dicha condición.
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Leticia Salazar indicó que durante la noche del 24 de diciembre y madrugada del 25, su hija sufrió una crisis de ansiedad por el impacto que le causaron los estruendos de los fuegos artificiales.
Dijo que el proceso de crisis tardó alrededor de 2 horas, pues durante ese lapso de tiempo la menor se mostró muy alterada, a pesar de que se mantuvo dentro de una habitación escuchando música infantil a través de unos audífonos. Sin embargo, los fuertes sonidos de la pirotecnia traspasaron a sus oídos.
“Es lamentable que muchas personas truenen cohetes. No saben el daño que causan a las personas autistas. Ojalá pudieran ser más empáticos. Mientras muchos se divierten, hay familias, como nosotros, que no la pasamos bien con los ruidos de los cohetes. Como madre, es una impotencia muy grande la que siento cuando veo a mi hija pasar por estos episodios de ansiedad”, destacó.
Además, refirió que la pirotecnia afecta también a las mascotas, contamina el medio ambiente y genera gran cantidad de basura.
Para concluir, lanzó un exhorto a los padres de familia para que eviten que sus hijos adquieran este mal hábito de “tronar cohetes” en navidad o en cualquier época del año.
