"Perdí el cabello y perdí todo, pero hoy soy más fuerte", sobreviviente de cáncer

Un “detalle” en sus revisiones médicas anuales, cambió para siempre la vida de Sol; vive para contarlo

Luis Carlos Bravo | Tribuna de San Luis

  · martes 2 de marzo de 2021

Sol es una sobreviviente al cáncer de mama / Luis Carlos Bravo | Tribuna de San Luis

Justo cuando el fenómeno salubre llamado Covid-19 entraba a México, ella se enteró de una de las noticias más desgarradoras de su vida, fue diagnosticada con un silencioso pero agresivo cáncer de mama y el panorama era desalentador; se operaba de inmediato o su vida podría terminar en cuestión de meses.

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Hubo menos registros en 2020 al cotejarlos contra el 2019 / Archivo | Tribuna de San Luis

Es la historia de Soledad Márquez Jiménez, quien, al paso de un año, no solo ha superado el cáncer, sino una serie de secuelas que éste le trajo, acompañado de un golpe emocional, que, ni en común lograron derrumbarla.

“Yo cada 8 de marzo me hago un “chequeo” general, porque ese día cumplo años y es una manera de ser puntual con ese tema, pero nunca imaginé que de un año a otro me detectarían cáncer, pues el 2019 no tenía nada y el 2020 ya había un tumor de 2.2 centímetros invadiendo uno de mis pechos”, contó.

Por la pandemia, el caso de Sol, como muchos le dicen, no era de urgencia ante los ojos de algunos doctores abocados a la pandemia, por lo que, primeramente, fue turnada a esperar ocho meses por una operación, por lo que, desalentada, había decidido que ni una cirugía tocara su cuerpo y de esta manera dignificar sus últimos meses, tal vez años en la tierra.

“Después de unos días, una amiga, Sandra, me convence de que su esposo, que es ginecólogo, me viera; ahí es cuando decidí buscar ayuda por fuera e inicie con las diferentes cirugías, medicamentos, quimioterapias que ayudan a erradicar el cáncer”.

Sin embargo, el caso de Sol pasó de lo complicado a lo casi imposible, pues el tumor ya extirpado había dejado secuelas dentro de ella, que la obligaron a perder ambos pechos, a subir 30 kilos y a quedarse sin cabello.

“Se me cayó el cabello y con eso se me cayeron las ganas de seguir luchando por mi vida, verme al espejo era ver a otra persona con una apariencia que jamás había visto”, platicó.

ÁNGELES EN EL CAMINO

“Yo les llamo ángeles a esas personas que han estado conmigo desde que se enteraron que tuve cáncer, pues no sé qué haría sin ellos, sin sus ánimos, su tiempo, su paciencia para entenderme, e incluso su apoyo económico, pues en todo este tiempo me atendí por fuera de mi seguro y ellos siempre vieron por mí”, compartió y agregó que, así como hubo quienes se acercaron, otros se alejaron cuando supieron de su enfermedad.

El bebé fue trasladado de urgencia al Centro Médico Regional de Yuma. | Cortesía/ CBP.GOV

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A vuelta de un año, Sol ya no tiene cáncer y recupera paulatinamente su salud; ha regresado a trabajar, ha recobrado su estado de ánimo, su cabello y pronto su cuerpo sería el mismo de antes.

Tras meses de padecer un agresivo cáncer y las secuelas que éste causa, hoy Sol ha regresado a su trabajo; es una sobreviviente que vive para contar su experiencia y agradecer a la vida por una nueva oportunidad