Al conmemorarse el 27 de octubre el día de las mascotas que fallecieron, Reyna Bueno, fundadora y administradora de la agrupación de rescate y protección de mascotas “Hablando por ellos”, confeccionó un altar de muertos en honor a 13 mascotas.
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En este sentido, comentó que se dio a la tarea de reunir los elementos necesarios para colocar la ofrenda a perritos y gatitos que murieron, pues considera importante recordarlos a través de un altar de muertos.
Dijo que incluyó fotografías de las mascotas que en vida llevaron el nombre de “pappy”, “lola”, “lolita”, “maguie”, “toby”, “pelusa”, “flor”, “pinta”, “bella”, “flor”, “puppy”, “blanquilla” y “betito”.
Doce de los trece perritos a los cuales se hizo el altar fueron rescatados de la calle y alojados en el albergue temporal para mascotas “Hablando por ellos”, pero lamentablemente fallecieron por enfermedad. Mientras que “betito” era el perrito de una integrante del grupo.
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Reyna Bueno instaló el altar de muertos, alimento para mascotas y agua, pues se tiene la creencia que los perritos vienen a la tierra la noche del 27 de octubre a comer y beber. Además, decoró la ofrenda con rosas de colores y las tradicionales flores de cempasúchil, así como figuras de huesitos, de perros, calaveras y gatos.
Una de las tradiciones mexicanas más esperadas del año es el Día de Muertos, porque los humanos se pueden reencontrar a través de los alimentos, aromas y creencias con sus seres queridos y mascotas que ya fallecieron.
La mayor tradición mexicana es poner una ofrenda a los seres queridos para que regresen a casa y disfruten de todo lo que en vida les hacía felices.
La ofrenda a las mascotas es en honor a las almas que regresan del más allá, para recordar y convivir una noche con sus dueños. En los altares para los amigos de los humanos se puede colocar una fotografía de la mascota que falleció, un vaso o trasto de agua, los juguetes favoritos y la comida preferida.