El área de educación especial impulsa estrategias para lograr la inclusión en todos los ámbitos de las personas con discapacidad y hace un llamado a la sociedad a ser empáticos, tomando en cuenta que nadie está exento de una discapacidad pues, aunque algunos nacen con esta, otros la pueden adquirir en cualquier momento por una enfermedad o accidente.
La supervisora de la zona escolar 07 de educación especial, maestra Ramona Rodríguez Zárate, informó que en la actualidad es alto el número de casos de personas que pierden la vista a causa de la diabetes, por lo que exhortó a la sociedad a respetar y ponerse en el lugar de la población con discapacidad.
Lo anterior, lo mencionó en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se conmemora el 3 de diciembre, con la finalidad de promover el desarrollo, la inclusión, los derechos y el bienestar de todas las personas con discapacidad y visibilizar la situación de vulnerabilidad de este grupo poblacional en todos los aspectos de la vida.
De acuerdo con el censo 2020 realizado por el INEGI, en México existen casi 21 millones de personas con alguna limitación en la actividad cotidiana o que se identifican como personas con discapacidad. Esta cifra es relevante, puesto que en el censo del 2010 tan sólo se habían contabilizado 5.1 millones de Personas con Discapacidad; lo anterior pone en evidencia que la forma de dimensionar a la población con discapacidad ha avanzado, a pesar de las dificultades, como la persistencia de los prejuicios y de los estigmas.
PERDIÓ LA VISTA A SUS 69 AÑOS
Gilberto Trejo Zazueta, es un hombre de 69 años de edad que, el pasado mes de abril de este año, perdió la vista por una negligencia médica. Situación que cambió por completo su vida.
Dijo que el 14 de abril ingresó al quirófano para una operación de sus ojos y de pronto, en el momento que estaba siendo atendido por el personal de salud, ya no pudo ver nada, todo se nubló y se quedó en la oscuridad.
“Cuando recién me pasó esto, pensé que era lo peor que me podía suceder. Yo antes de quedar ciego era una persona muy activa, trabajaba en la construcción, hacía casas grandes para vender, casas con albercas, asociado con mi hijo”.
Agregó: "Al momento de perder la vista sentí que la vida se acababa, estaba destrozado, sientes que quedar ciego es el fin del mundo, pero con el paso del tiempo te das cuenta que no es así, que tenemos que aprender a vivir así, con esta condición”.
Gilberto Trejo externó que uno de los aspectos que le ayudaron a obtener esta fortaleza de vida, tras la ceguera, fue llegar e integrarse a la Asociación Civil de Ciegos y Débiles Visuales Enciende una Luz en tu Vida (ENULUVI) en donde participa en diversas actividades, entre estas la elaboración de manualidades.
“Cuando llegas aquí, a ENULUVI, y cruzas esa puerta, vienes destrozado, pero aquí te das cuenta que la vida sigue adelante y gracias al apoyo que he recibido en este lugar, no caí en depresión”.
Gilberto Trejo manifestó que desde muy joven se dedica a la construcción, pues no tuvo la oportunidad de estudiar. “Nada más llegué a segundo año de primaria. Dejé de ir a la escuela porque se burlaban de mí otros niños porque iba descalzo, no tenía zapatos. El primer par de zapatos me lo compré yo cuando tenía 7 años”.
Gracias a su esfuerzo y dedicación en el trabajo de la construcción, Gilberto Trejo pudo superarse y progresar, al grado de que lo buscan ingenieros y arquitectos para que les transmita sus conocimientos y experiencia en esta materia.
Para finalizar, el señor Trejo Zazueta reflexionó: “Yo que he hecho rascacielos, que he hecho presas, ahora estoy haciendo una canasta de papel aquí en ENULUVI, y me doy cuenta que esa canasta de papel me va a regresar a la vida y al ánimo de vivir”.