Los niños y niñas están expuestos a sufrir un accidente vial, ya que ni la vía ni su entorno están pensados para ellos. Las principales causas de estos atropellos son las imprudencias, el desconocimiento de la normativa y las limitaciones perceptivas y cognitivas de los niños, entre las que se encuentran su limitado campo visual o su bajo control de la atención.
Ismael Montes Lugo, integrante de la agrupación Rescate de Sonora de Internacional, se dedica a dirigir el tráfico vehicular y peatonal de lunes a viernes en la avenida Guadalupe Victoria y calle 12, en la escuela primaria Esther Quijada Domínguez.
Durante los años que ha estado haciendo esta labor social en beneficio de la comunidad estudiantil ha sido testigo de varios atropellamientos de niños y niñas que, ante el descuido de los padres y madres, salen corriendo, suben y bajan del auto por media calle o por el lado del arroyo vehicular. Por lo que se sugiere no soltarlos de la mano hasta que estén en un lugar seguro.
Ismael Montes recomendó a los padres de familia y adultos en general que cuiden a los niños y las niñas para prevenir que sucedan accidentes a la hora de entrada y salida de clases y en cualquier otro lugar.
“Me ha tocado ver a papás que bajan a sus hijos en doble fila o a media calle. Eso es muy peligroso y ya han sucedido accidentes. Han sido muchos, por eso es muy importante que cuiden mucho a los niños y que cuando van caminando lo hagan por la banqueta y no por la calle. Los niños nunca deben salir a la calle solos, siempre deben ir acompañados de sus padres o de cualquier adulto”.
Para prevenir accidentes es importante que las y los peatones eviten cruzar corriendo la calle, ya que incrementa el riesgo de tropiezo y caídas. La forma segura es hacerlo con paso firme y constante; caminar en el arroyo vehicular; cruzar distraído(a) y hablar por teléfono celular, escribir mensajes de texto, ver anuncios y/o leer alguna publicación, ya que la vista sólo debe estar en el camino y enfocada al tránsito vehicular; cruzar en diagonal, pues de esta forma el peatón se mantiene más tiempo en el arroyo vehicular, exponiéndose innecesariamente y atravesar en lugares no previstos o no visibles en los que él o la conductora no espera un peatón.