Se siente plena a sus 95 años de edad

La mujer de 95 años de edad tiene Fe en que “Dios y la Virgencita de Guadalupe nos van a cuidar” en esta crisis sanitaria que se vive en el mundo por el Covid-19

Gloria Negrete | Tribuna de San Luis

  · sábado 18 de abril de 2020

Doña Carmelita Cuevas llegó a esta ciudad en 1972, procedentes de Colima, acompañada de sus hijos en busca de un mejor porvenir / Alonso Moreno | Tribuna de San Luis

Carmen Cuevas Torres es una mujer que a sus 95 años de edad goza de buena salud física y mental, lo que le permite salir a caminar por las calles del primer cuadro de la ciudad, sobre todo, del barrio de la Colonia Cuauhtémoc donde reside desde hace casi un siglo.

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Al cruzar a EU, los trabajadores transfronterizos se enfrentan al país con el mayor número de contagios / Cortesía | Ayuntamiento de SLRC

Doña Carmelita es muy conocida por sus vecinos quienes a diario la observan muy activa, a pesar de la edad que tiene, pues se muestra amistosa y platicadora con quien se cruza en su camino.

Contó que nació en un rancho del estado de Michoacán, en el cual pasó su infancia y juventud. Recordó, con nostalgia, que tuvo momentos felices al lado de sus padres y hermanos. Luego se fue a vivir a Tecomán, Colima.

“Me casé y me fui a Tecomán. Vivía con mi esposo y tuvimos 11 hijos, pero solo me sobreviven 4. Algunos murieron de niños y otros ya grandes”, dijo Carmen Cuevas.

Fue en 1972 cuando llegó a San Luis Río Colorado acompañada de sus hijos quienes la apoyaban y la siguen apoyando económicamente pues ella siempre se ha dedicado a atender el hogar. “Yo siempre he sido ama de casa. He estado al pendiente de las cosas del hogar, de mi familia”.

En la colonia Cuauhtémoc, primera fundada en esta ciudad, reside Carmen Cuevas con su familia / Alonso Moreno | Tribuna de San Luis

Cuando Doña Carmelita y sus hijos arribaron a esta frontera rentaban un pequeño cuarto que solo contaba con lo más indispensable, ubicado en la avenida Cuauhtémoc en la colonia del mismo nombre, la primera que se integró en la mancha urbana.

“Era un cuartito el que rentábamos, era pequeño, pero gracias a Dios teníamos lo necesario. Luego nos cambiamos para acá, por el callejón Ejidal y Carretera del Valle. Aquí ya tenemos mucho viviendo. Muy a gusto”, externó.

EXTRAÑA LA SEGURIDAD QUE HABÍA EN LAS CALLES

La señora Carmen mencionó que hace 48 años hacía sus compras en el mercado Sandoval que en ese tiempo se localizaba en la avenida Obregón entre las calles Tercera y Cuarta, así como en las tiendas Conasupo del centro de la ciudad.

“Antes la vida era más barata. La gente ganaba menos, pero el dinero alcanzaba más. También la ciudad estaba más tranquila. Nosotros dormíamos afuera. En el patio hacía un tendido y ahí se acostaban mis hijos”.

Hace 40 años se observaban más niños jugando en la calle. Había menos tráfico en el centro y la ciudad no llegaba muy lejos como ahora, refirió Doña Carmelita.

Consideró que el crecimiento de San Luis Río Colorado tiene ventajas y desventajas porque por un lado hay más empresas que dan empleo a los sanluisinos, pero por otro han aumentado los índices de inseguridad, lo que ha generado que la gente tenga miedo de salir a la calle, sobre todo, por las noches.

Los vecinos de Carmelita la identifican como una persona amistosa y platicadora a que siempre muestra una buena actitud / Alonso Moreno | Tribuna de San Luis

Dijo que antes la gente salía de sus casas, salían al patio, los mirabas caminando en las calles de la colonia, lo cual ha cambiado con el paso de los años ya que en la actualidad la mayoría de los sanluisinos trabajan casi todo el día y en las tardes al llegar a sus casas se encierran y ya no salen.

Carmelita Cuevas disfruta convivir con su familia, especialmente, con sus hijos, nietos y bisnietos, además acostumbra ir misa los domingos, dice que es importante agradecer a Dios las bendiciones otorgadas, principalmente, porque es una mujer que a los 95 años goza de buena salud y no presenta dificultades para ver ni para oír.

Lamentó que la humanidad esté viviendo esta crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, lo que obliga a las personas a mantenerse en resguardo en sus casas, sin embargo, tiene la creencia de que “Dios y la Virgencita de Guadalupe nos van a cuidar”.