La crisis sanitaria por Covid-19, la apertura de un mayor número de comercios dedicados a la venta de artículos de segunda mano y la difícil situación económica que viven actualmente las familias sanluisinas, son factores que influyen en la disminución de clientes en el tianguis del parque “Yoreme”.
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Locatarios del tianguis que se instala todos los domingos en la avenida Revolución y calle 34, manifestaron preocupación ante la baja en las ventas que se viene registrando desde 2020 cuando inició la pandemia y aunque la contingencia de salud ya terminó, ellos, los comerciantes, siguen padeciendo las afectaciones económicas porque son pocos los clientes que visitan este lugar. A diferencia de años anteriores en que el parque “Yoreme” era muy concurrido durante los fines de semana de tianguis.
Señalaron que algunas familias no se han podido recuperar de la crisis económica que les generó la pandemia y por eso no acuden al tianguis. Aunado al surgimiento de más tianguis en diferentes puntos de la ciudad, lo que provoca un panorama desolador para los tiangueros del parque Yoreme, uno de los primeros tianguis que funcionó en esta ciudad hace alrededor de 20 años.
AFECTADOS POR FALTA DE CLIENTES
En este sentido, la señora Irma Rivera, de 60 años de edad, dijo que empezó a vender en este lugar hace 10 años. En ese tiempo las ventas eran muy buenas. “Hace años, antes de la pandemia, se llenaba el parque de gente que venía al tianguis. La gente no podía ni caminar en las banquetas y ahora ves todo solo”.
Agregó: “Nosotros, los comerciantes, de alguna manera, tenemos la culpa de que esto pase, de que los clientes no vengan. ¿Por qué? Pues porque no venimos a vender, son muy pocos puestos los que hay. Ponemos el pretexto de que hace mucho calor, pero debemos aferrarnos, venir, estar aquí para que los clientes se animen a visitarnos”.
La señora Irma Rivera externó: “Aquí tenemos todo, hay árboles, zacate, agua. La gente puede comprar bajo la sombra de los árboles. Nadamás nos faltan baños, esos se los hemos pedido al Ayuntamiento, de perdida de esos portátiles, pero no nos han hecho caso”.
Por su parte, el señor Kian Soo señaló que hace 15 años vino a esta ciudad, procedente de Estados Unidos, a vender diversos artículos usados porque se enteró que los comerciantes del parque “Yoreme” tenían buenas ventas. “Las ventas hace 15 años estuvieron muy bien y ahora son terriblemente ridículas, muy mal”.
Kian Soo señaló: “Hace quince años miré a personas en este parque y les pregunté cuánto habían vendido y me decían 5 mil pesos más o menos y automáticamente me hizo click, pensando que quizá pudiera hacer más dinero haciendo lo mismo que ellos que se sientan aquí por cuatro o cinco horas para ganar dinero y automáticamente me quería convertir en una de esas personas que están en la segunda, pero hoy la situación es diferente”.