El pasado fin de semana, los residentes del Golfo de Santa Clara tuvieron un visitante bastante peculiar, se trata de una ballena, ejemplar que no es muy común su presencia en la región, por lo que llamó la atención de propios y extraños.

Alrededor de las tres de la tarde, se avistó el ejemplar enfrente de las playas del “Machorro”, lo que asombró a quienes alcanzaron a verla.

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Cabe señalar que no es común que se dejen ver en el área del Golfo, ya que es más común verlas en la zona de Puerto Peñasco, a unos 50 kilómetros lineales del poblado.

Poco común

Por su parte, el biólogo Agustín Sánchez Osuna aceptó que es poco frecuente que este tipo de mamíferos marinos “visiten” el poblado.

“No es la primera vez que vienen a esta región, pero sí son esporádicos; recuerdo que en los años noventa, una ballena se metió por el río y fue un problema para que se regresara al mar, decíamos en son de broma, que quería ir al Polo Norte, cruzando por el Golfo de California”.

Agregó que son más comunes en Puerto Peñasco, ya que allá las ven una o dos veces al año; lo que pasa es que las condiciones del ambiente siguen cambiando, y por eso vienen para acá.

Expresó que el Golfo se ha vuelto el medio agradable para ellas, es agua de más alta salinidad, y por eso les atrae el estar aquí.

Indicó que esto ha hecho que los tiburones se metan más a esta región que antes, eso también puede hacer que la población de vaquitas marina se reduzca mucho.

Comentó que el Golfo se ha vuelto muy “popular” entre ese tipo de especies, ya que, hace un par de meses estuvo un ejemplar de elefante marino, que estuvo también en Puerto Peñasco y hasta San Felipe, Baja California.

Mencionó que también hay la situación de que muchos lobos marinos, que provocan dolores de cabeza a los pescadores, porque se comen su captura.

Es una jorobada

En tanto., la bióloga Martha Román dijo que se trata de ballena jorobada, no muy grande, aparentemente es un juvenil.

“Si bien es cierto que no son frecuentes el verlas por aquí, tampoco es extraño, hay registros de que hay avistamientos de ballenas en esta zona, en lo personal, sé de cuatro registros”.

Manifestó que el primero de ellos se dio en los años noventa, pero en ese entonces, no había forma de evidenciar, con cámaras de foto o video, por eso era puesto un poco en duda lo que se había dicho.

También, hubo ballenas que se quedaban varadas en la playa, algunas sin posibilidades de regresar al mar.

“En la pasada temporada de curvinas, un pescador me platicó que ha visto ballenas, pero no supo decir cual especie era, pero me imagino que también era jorobada”.