Fernando Haddad tuvo menos de un mes para darse aconocer como candidato del Partido de los Trabajadores (PT,izquierda), en sustitución del carismático expresidentebrasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010),encarcelado por corrupción.
Ordervoveran injectionEl exministro de Educación (2005-2012) yexalcalde de Sao Paulo (2013-2016), de 55 años, cumplióla primera parte de esa misión casi imposible, porquesegún las encuestas el domingo quedará en segundo lugar ydebería disputar la segunda vuelta, el 28, con elultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal(PSL).
Su principal lema, "Haddad es Lula", lepermitió acercarse al electorado del empobrecido nordeste,bastión histórico del PT. Pero en un balotaje, ese puedeser su mayor obstáculo, dado que el exmandatario generatambién un fuerte rechazo.
Si hay algún punto en el que Haddad hademostrado personalidad es en el dominio de sí mismo ante losataques de sus adversarios, que algunos confunden condistancia.
No es la primera vez que Haddad arranca mal unaelección. Su perfil no era el más cotizado cuando seplanteó competir por la alcaldía de Sao Paulo en 2012, yacabó ganando.