Aumentan compras de pánico
Pero de bebidas alcohólicas.
La pandemia sigue mientras aumenta paulatinamente el número de contagiados de Covid-19 en el sanluisino municipio, a la par del de muertos, pero hay quienes continúan sin importarles nada más que aparentar que nada pasa; las reuniones son comunes por doquier a la par de las compras de pánico pero no de rollos de papel sanitario o comida, sino de… ¡cerveza!
Así es damas, niños y caballeros, parece que nadie puede parar esta venta en la que hay personas que pagan hasta 600 pesos por un doce de latas con bebidas espirituosas, pero el problema más grave es que van en aumento las reuniones sin ninguna medida de alejamiento o "Susana Distancia", como se llama en los spots publicitarios a la acción de mantenerse a cuando menos metro y medio de los demás.
Por otro lado, algo grave es que hay quienes no entienden que si en realidad quieren a familiares o vecinos, deben cuidarse de andar en la calle y más aún, abstenerse de visitar casas donde saben que hay contagiados de Covid-19, sin importarles llevárselo a sus domicilios donde pueda haber personas vulnerables como adultos mayores con su consabido paquete de enfermedades crónicas que arrastrar.
Bueno, así las cosas con el Covid-19 y personas inconscientes que no quieren dejar de emborracharse y dedicarse mejor a cuidar a su familia en el confinamiento que exigen medidas sanitarias tomadas para enfrentar la pandemia y otra más inconscientes que no solo se arriesgan ellos a infectarse sino que arrastran niños que pueden resultar afectados.
Ahora si mis queridos amigos lectores de TRIBUNA DE SAN LUIS, nos vamos de prisa y con acción a nuestro tema fuerte que es el del campo, golpeado sector por la crisis hace años, pero no ha sido suficiente para tumbarlos definitivamente, sino que al igual que los fuertes robles se doblan pero jamás se quiebran.
Ayer charlamos con dos productores del ejido San Luis, quienes comentaron sobre los gastos en cada ciclo agrícola, donde se invierte mucho dinero para tener en buenas condiciones su equipo para las labores que se tienen que realizar mientras que las plantas se desarrollan poco a poco, buscando tener buenos resultados.
Algo que se observa en la actualidad es la escasez de dinero para cambiar estos equipos por nuevos y seminuevos como antes, cuando se deterioran y dañaban por completo y vimos una prueba palpable ya que nuestros dos amigos mencionados tuvieron que mandar a renovar hasta Mexicali sendos radiadores de sus tractores, algo que de cualquier manera sale caro.
Lo que se pagó por estos radiadores que quedaron como nuevos fueron 10 mil pesos por el más pequeño y 13 mil por el otro, así que imagínese estimado lector todo lo que se tiene que gastar para levantar los tractores y demás equipos que sufren el deterioro natural de tantos años de trabajo continuo.
Ahora sí es todo, muchas gracias por su atención; DIOS los bendiga y quedamos pendientes como siempre para el próximo lunes, si él nos lo permite.
Bye, bye.
