/ jueves 28 de marzo de 2024

¡Alarma, despierta el Pinacate!

Actualmente la zona volcánica del Pinacate pertenece parcialmente a : San Luís Río Colorado, Sonoyta y Puerto Peñasco en Sonora.

Su nombre derivado del Náhuatl PINACATL, significando escarabajo hediondo desierto de Altar. Ahí es lugar sagrado de los Hia Ced O’odam, ancestros de Tohono O’otham, emparentados con naciones originales del noroeste mexicano, compartieron mismo origen, misma raíz idiomática y el mismo dios: I’toi, cuya morada es el Pinacate.

Aquellos consideraron esta plancha volcánica: Centro de la Creación, son: 1 600 km2, 400 conos con vestigios de actividad. Tiene 1 190 metros de elevación el volcán Santa Clara, sobresaliendo cumbres Santa Eulalia y Santa Brígida; zona explorada desde Eusebio Kino en 1697-8; en 1909 Carl Sofus Lumholtz realizó interdisciplinarios estudios científicos; fue campo de entrenamiento para astronautas del Apolo 11- NASA: 1965-1970, llevando por primera vez el hombre a la Luna.

Sus vestigios hoy dormidos, hubo oficialmente su última actividad hace 11milenios; pero el vulgo sanluisino dice que resucitó en actividad, una fría madrugada, aterrorizando a las poblaciones del río Colorado en 1934.

Aquí los sanluisinos sobresaltados lanzaron cobijas poniéndose de pie mareados, por estruendoso temblor de tierra; sale la gente sale de sus casas extrañados y asustadoscon sus “ojos bien pelados”, llenos de estupor, viéndose en la calle en paños menores o “bichis”, desfigurados soltaron carcajadas viendo sus vergüenzas en la Cuauhtémoc, esa calle de abajo.

Era día de descanso: 6:52 de la mañana, helado domingo 30 de diciembre. El Pinacate volvió en actividad; anchas fracturas en las playas bebieron el agua del río; prolongadas grietas derrumbaron paredones de la mesa desértica. Eladio y Pomposo Matus nos dijeron: ‘’continuaron centenares de movimientos durante varios días y en decenas de ellos se oyeron ruidos subterráneos, sintiéndolos en plantas de sus pies’’, azorados por la negra nube en que se miraba envuelto El Pinacate, desde aquel domingo, presintiendo que algo grave iba a suceder.

Se cumplió el presentimiento con un fortísimo sacudimiento, a media tarde: miércoles 2 de enero, 1935. Salió volando el público del cine “Maya”; las ‘’muchachas entaconadas’’ de las cantinas del “Zumbido” con zancadas corrieron hasta media calle; todos los chángarros y Tony Plays” rodaron al centro del despoblado; los perfumados del “Club Internacional”, abandonaron dinero, sombrero y baraja; y solo las Gallego, Careaga y Ozuna hincadas con Cecilia Demara rezaron “ Magnificat”, cantando ¨el Alabado¨.

Fue terremoto instantaneo en 5º. Grado Mercalli, cimbró la región; éso fue todo; volvió la calma.

Actualmente la zona volcánica del Pinacate pertenece parcialmente a : San Luís Río Colorado, Sonoyta y Puerto Peñasco en Sonora.

Su nombre derivado del Náhuatl PINACATL, significando escarabajo hediondo desierto de Altar. Ahí es lugar sagrado de los Hia Ced O’odam, ancestros de Tohono O’otham, emparentados con naciones originales del noroeste mexicano, compartieron mismo origen, misma raíz idiomática y el mismo dios: I’toi, cuya morada es el Pinacate.

Aquellos consideraron esta plancha volcánica: Centro de la Creación, son: 1 600 km2, 400 conos con vestigios de actividad. Tiene 1 190 metros de elevación el volcán Santa Clara, sobresaliendo cumbres Santa Eulalia y Santa Brígida; zona explorada desde Eusebio Kino en 1697-8; en 1909 Carl Sofus Lumholtz realizó interdisciplinarios estudios científicos; fue campo de entrenamiento para astronautas del Apolo 11- NASA: 1965-1970, llevando por primera vez el hombre a la Luna.

Sus vestigios hoy dormidos, hubo oficialmente su última actividad hace 11milenios; pero el vulgo sanluisino dice que resucitó en actividad, una fría madrugada, aterrorizando a las poblaciones del río Colorado en 1934.

Aquí los sanluisinos sobresaltados lanzaron cobijas poniéndose de pie mareados, por estruendoso temblor de tierra; sale la gente sale de sus casas extrañados y asustadoscon sus “ojos bien pelados”, llenos de estupor, viéndose en la calle en paños menores o “bichis”, desfigurados soltaron carcajadas viendo sus vergüenzas en la Cuauhtémoc, esa calle de abajo.

Era día de descanso: 6:52 de la mañana, helado domingo 30 de diciembre. El Pinacate volvió en actividad; anchas fracturas en las playas bebieron el agua del río; prolongadas grietas derrumbaron paredones de la mesa desértica. Eladio y Pomposo Matus nos dijeron: ‘’continuaron centenares de movimientos durante varios días y en decenas de ellos se oyeron ruidos subterráneos, sintiéndolos en plantas de sus pies’’, azorados por la negra nube en que se miraba envuelto El Pinacate, desde aquel domingo, presintiendo que algo grave iba a suceder.

Se cumplió el presentimiento con un fortísimo sacudimiento, a media tarde: miércoles 2 de enero, 1935. Salió volando el público del cine “Maya”; las ‘’muchachas entaconadas’’ de las cantinas del “Zumbido” con zancadas corrieron hasta media calle; todos los chángarros y Tony Plays” rodaron al centro del despoblado; los perfumados del “Club Internacional”, abandonaron dinero, sombrero y baraja; y solo las Gallego, Careaga y Ozuna hincadas con Cecilia Demara rezaron “ Magnificat”, cantando ¨el Alabado¨.

Fue terremoto instantaneo en 5º. Grado Mercalli, cimbró la región; éso fue todo; volvió la calma.