/ jueves 23 de mayo de 2024

Amat Cucapah | Reino de Calafia

Hernán Cortés recibe – en costa colimense - informes desde “Ciguatlán” afirmando existir hacia el antiguo noroeste mexicano en litoral “Mar del Sur”, una gigantesca isla toda de oro, poblada solo con mujeres por una reina llamada Calafia.

Capturada Tenochtitlan: en agosto 13 de 1521 refuerza su deseo de conocer a Calafia cuando llega cargamento de perlas abundantes sobre sus playas; por lo que envía exploraciones en 1532. Continuó segunda exploración comandada por Diego Becerra y Fortún Jiménez, quienes topan-finalizando 1533- con tierra en bahía, hoy llamada La Paz. Esto merece a Cortés dirigir tercera expedición, entre 1535-6 desembarca bautizándole: “Puerto de Santa Cruz”. Su fantasía le urgía encontrar “a ciudad perdida” donde viven con plena salud en eterna juventud. Todo coincidía: una gran isla a la derecha de las Indias, hacia el ocaso del Sol, inmediata al Paraíso Terrenal, poblada de mujeres negras como “ Amazonas”, con firme iniciativa “apocar los varones”, de los cuales tenían sumisos ‘’a pocos’’ señoreándoles, para no desaparecer la especie.

Cortés estableció poblado para explorando encontrar esas mujeres fuertes y ardientes corazones, en las cuevas labradas de la perdida ciudad submarina, donde moraban comunicadas al mar, de donde emergían cabalgando bestias por ellas amansadas, todas con armas de oro. Cortés estaba con gran temor, enterado que en esta isla, caliente como horno, había grifos, animales horrorosos de luz, acompañando al sol de oriente a occidente, con rango de divinidad vigilantes que los devorarían en un instante.

Don Hernán en realidad falló al intento sin encontrar: montañas todas tapizadas con piedras de oro, ni riqueza que justificaran gastos, en inhóspita aridez ambiental; además fueron atacados con fiereza por los indios nativos; jamás hubo señal de existir la reina Calafia.

Buscando origen de palabra ‘’California’’, -motivando a Cortés- existen eruditos como: Francisco Javier Clavijero, quien anota -en 1789- haberlo derivado de ‘’Calida Fornax’’ (horno caliente); otros refieren proceder de raíz griega Kallos, (hermoso y grifos) ave mitológica; pero es crédito académico en tesis de Edward Everest Hale -sustentando en 1862- dice: Cortés derivó el nombre de la novela “Las Sergas de Esplandían” escrita –aproximadamente1492 - por Garci Ordóñez de Montalvo, publicada en 1510, donde narra esas fantásticas escenas del reino Calafia. Navegantes de Cortés impusieron nombre de California al tocar Cabo San Lucas, creyeron isla esa extensión; dos cientos años después, permaneciendo tal idea Kino en 1701, vino al desemboque del río Colorado, comprobando que era península.

Hernán Cortés recibe – en costa colimense - informes desde “Ciguatlán” afirmando existir hacia el antiguo noroeste mexicano en litoral “Mar del Sur”, una gigantesca isla toda de oro, poblada solo con mujeres por una reina llamada Calafia.

Capturada Tenochtitlan: en agosto 13 de 1521 refuerza su deseo de conocer a Calafia cuando llega cargamento de perlas abundantes sobre sus playas; por lo que envía exploraciones en 1532. Continuó segunda exploración comandada por Diego Becerra y Fortún Jiménez, quienes topan-finalizando 1533- con tierra en bahía, hoy llamada La Paz. Esto merece a Cortés dirigir tercera expedición, entre 1535-6 desembarca bautizándole: “Puerto de Santa Cruz”. Su fantasía le urgía encontrar “a ciudad perdida” donde viven con plena salud en eterna juventud. Todo coincidía: una gran isla a la derecha de las Indias, hacia el ocaso del Sol, inmediata al Paraíso Terrenal, poblada de mujeres negras como “ Amazonas”, con firme iniciativa “apocar los varones”, de los cuales tenían sumisos ‘’a pocos’’ señoreándoles, para no desaparecer la especie.

Cortés estableció poblado para explorando encontrar esas mujeres fuertes y ardientes corazones, en las cuevas labradas de la perdida ciudad submarina, donde moraban comunicadas al mar, de donde emergían cabalgando bestias por ellas amansadas, todas con armas de oro. Cortés estaba con gran temor, enterado que en esta isla, caliente como horno, había grifos, animales horrorosos de luz, acompañando al sol de oriente a occidente, con rango de divinidad vigilantes que los devorarían en un instante.

Don Hernán en realidad falló al intento sin encontrar: montañas todas tapizadas con piedras de oro, ni riqueza que justificaran gastos, en inhóspita aridez ambiental; además fueron atacados con fiereza por los indios nativos; jamás hubo señal de existir la reina Calafia.

Buscando origen de palabra ‘’California’’, -motivando a Cortés- existen eruditos como: Francisco Javier Clavijero, quien anota -en 1789- haberlo derivado de ‘’Calida Fornax’’ (horno caliente); otros refieren proceder de raíz griega Kallos, (hermoso y grifos) ave mitológica; pero es crédito académico en tesis de Edward Everest Hale -sustentando en 1862- dice: Cortés derivó el nombre de la novela “Las Sergas de Esplandían” escrita –aproximadamente1492 - por Garci Ordóñez de Montalvo, publicada en 1510, donde narra esas fantásticas escenas del reino Calafia. Navegantes de Cortés impusieron nombre de California al tocar Cabo San Lucas, creyeron isla esa extensión; dos cientos años después, permaneciendo tal idea Kino en 1701, vino al desemboque del río Colorado, comprobando que era península.