/ jueves 9 de mayo de 2024

Amat Cucapah | Con nosotros o contra nosotros

Quedaron los españoles pasmados por la crueldad con que Topahue sacrificó indios cobardes, sometíanse para ser esclavos; le apodaron ¨ cacique maldito¨. El amaba la libertad.

El desde su cuna odió a españoles por arrebatarles sus tierras; por hacerles trabajar para ellos bajo chicotazos de látigo. Le declararon malhechor, inventándole crímenes sin parangón, asegurando ser hijo de satanás y todo por fundar asentamientos con indígenas libres en su propia tierra, con su propio gobierno. Topahue transformó a cada indio en cabecilla. Aquella fue su consigna y desde Cerro Prieto y Nacameri al Real del Pitic corrió abundante sangre de indígenas, quienes se preparaban al bautizmo.

Hasta el rey Carlos III de Borbón supo desastres con que: Calixto, Luís, Topahue y Cochise en Sonora resistíanse al sometimiento; para doblegar tal rebeldía (en febrero de 1765-1771) fue nombrado José de Galvez y Gallardo Visitador General de la Nueva España y Marqués de Sonora; tenía excelente relación con el nuevo virrey Carlos Francisco de Croix atacando la rebeldía: Yaqui, Sibubapa, Piato, Pima, Seri y Suaqui, les realizan: juicios sumarios, ahorcamientos, destierros, confiscándoles bienes y a otros sentencian a trabajos forzados.

Se agravó la guerrilla contra españoles, con potente alianza interétnica en inteligente estrategia, identificándose sus líderes partidarios con un pequeñito ídolo de barro, según arengaba Topahue ahí se encerraba un gran poder, como bomba hacíéndose estallar ante el adversario invasor, su empatía era fantástica atrayendo valientes indígenas.

Gálvez exigió rendición a las tribus -so pena de aplastarlas- ofreció amistía (a los ‘’perdonados’’ al someterse ocultamente asesinaba); preparaba golpe militar con indios resignados formando mil soldados. La campaña fue preparada en tres puntos estratégicos: Buena Vista, Guaymas y El Pitic, incorporándose 14 frailes franciscanos. Así en junio de 1768, Galvez inició ataque brutal contra Topahue en cerro Prieto; pero éstos conocedores de la montaña, ocultamente se pertrecharon, rodeando la tropa española con malesa seca, incendiándole simultáneamente los encerraron con fuego; mientras ellos escaparon entre la sombra del humo a isla del Tiburón y desde allá rondó Topahue arengando contra la dominación española a los pueblos de Buena Vista, Guaymas y el Pitic.

Queda en leyenda su existencia, multiplicándose cabecillas con su nombre; permanece el original Topahue, en “El Alamar”, sitio de la fuente donde ya anciano fue su guarida. Ahí murió próximo al acuífero surtidor del Pitic (Hermosillo), terrenos Hacienda ‘’Carpenas’’, pertenencia Gándara, hoy Comisaría de San José de Gracia, municipio de Hermosillo.

Quedaron los españoles pasmados por la crueldad con que Topahue sacrificó indios cobardes, sometíanse para ser esclavos; le apodaron ¨ cacique maldito¨. El amaba la libertad.

El desde su cuna odió a españoles por arrebatarles sus tierras; por hacerles trabajar para ellos bajo chicotazos de látigo. Le declararon malhechor, inventándole crímenes sin parangón, asegurando ser hijo de satanás y todo por fundar asentamientos con indígenas libres en su propia tierra, con su propio gobierno. Topahue transformó a cada indio en cabecilla. Aquella fue su consigna y desde Cerro Prieto y Nacameri al Real del Pitic corrió abundante sangre de indígenas, quienes se preparaban al bautizmo.

Hasta el rey Carlos III de Borbón supo desastres con que: Calixto, Luís, Topahue y Cochise en Sonora resistíanse al sometimiento; para doblegar tal rebeldía (en febrero de 1765-1771) fue nombrado José de Galvez y Gallardo Visitador General de la Nueva España y Marqués de Sonora; tenía excelente relación con el nuevo virrey Carlos Francisco de Croix atacando la rebeldía: Yaqui, Sibubapa, Piato, Pima, Seri y Suaqui, les realizan: juicios sumarios, ahorcamientos, destierros, confiscándoles bienes y a otros sentencian a trabajos forzados.

Se agravó la guerrilla contra españoles, con potente alianza interétnica en inteligente estrategia, identificándose sus líderes partidarios con un pequeñito ídolo de barro, según arengaba Topahue ahí se encerraba un gran poder, como bomba hacíéndose estallar ante el adversario invasor, su empatía era fantástica atrayendo valientes indígenas.

Gálvez exigió rendición a las tribus -so pena de aplastarlas- ofreció amistía (a los ‘’perdonados’’ al someterse ocultamente asesinaba); preparaba golpe militar con indios resignados formando mil soldados. La campaña fue preparada en tres puntos estratégicos: Buena Vista, Guaymas y El Pitic, incorporándose 14 frailes franciscanos. Así en junio de 1768, Galvez inició ataque brutal contra Topahue en cerro Prieto; pero éstos conocedores de la montaña, ocultamente se pertrecharon, rodeando la tropa española con malesa seca, incendiándole simultáneamente los encerraron con fuego; mientras ellos escaparon entre la sombra del humo a isla del Tiburón y desde allá rondó Topahue arengando contra la dominación española a los pueblos de Buena Vista, Guaymas y el Pitic.

Queda en leyenda su existencia, multiplicándose cabecillas con su nombre; permanece el original Topahue, en “El Alamar”, sitio de la fuente donde ya anciano fue su guarida. Ahí murió próximo al acuífero surtidor del Pitic (Hermosillo), terrenos Hacienda ‘’Carpenas’’, pertenencia Gándara, hoy Comisaría de San José de Gracia, municipio de Hermosillo.