Las dictaduras existen en muchas maneras, formas de ser y pensar: gobiernos tiranos y dictadores o sistemas absolutistas. Hoy el pretender que haya una verdad se percibe como intolerancia, todo es marcado y percibido desde una óptica del relativismo y cualquiera que se atreva afirmar que exista un verdad no solo es abucheado o señalado como dictador en potencia, como un fanático peligroso para la unidad social de una democracia ahora multicultural.
Para un sector la iglesia católica representa el enemigo número uno con su pretensión escandalosa de anunciar la verdad que se manifiesta en la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo al proclamarse el mismo como la verdad y la vida, sin embargo en este tiempo el escepticismo a contaminado cada vez más a muchos creyentes. Y siendo rechazada toda verdad objetiva, no queda más que una verdad subjetiva, una verdad sin fundamentos que aparece sola o decretada a base de sondeos y de formatos de opinión. Hoy la opinión desplaza la ciencia, la razón, la verdad, incluso la moral, como bien lo decía el papa Benedicto XVI “la dictadura de la opinión va creciendo y cualquiera que no comparta la opinión dominante es excluido”. El dogma que preside nuestra sociedad es el de la tolerancia, pero desde una perspectiva ideológica y con una terrible trampa de que cada quien puede pensar y hacer lo que quiere. Y se tiene que aceptar la conducta inmoral o antisocial desde la tolerancia.
El discurso de la tolerancia ideológica se opone a todo discurso dogmático y excluye las verdades que emanan de las buenas costumbres, tradiciones y sustituidas por simple opinión que detrás de un rostro amable conduce a una cierta anarquía, una vida sin moral con una pretensión totalitaria como bien lo dijo el ya nombrado papa Benedicto XVI “el hecho de que en nombre de la tolerancia se elimine la tolerancia, es una verdad amenazada ante la cual nos encontramos”.
Las dictaduras existen en los gobiernos tiranos y en los sistemas totalitarios que se disfrazan con apariencia benévola y simpática, con un relativismo donde todo debe ser consensuado sin obstáculo o barrera en los juicios morales ya que todo es relativo y nadie tiene derecho afirmar que tal comportamiento es malo, menos aún que sea pecado, todo debe considerarse con matices desde una moral cool, una moral Light o utilizando el termino correcto una moral laxa.
Nuestro mundo actual tiene su magisterio mediante la voz de los medios de comunicación, su catecismo en las redes de internet, su moral en las tendencias de sondeos de opinión, su liturgia en las modas o comportamiento de televisión, los nuevos curas o pastores son los presentadores, influencer que muchos de ellos son bufones sin carisma ni formación, pero expertos en la burla, intriga y sensacionalismo de opinión, las obras de misericordia se limitan a las fiestas de caridad del mundo del espectáculo o de campañas electorales.
“Mantenlo en tu cabeza, mantén tus pensamientos buenos, no los malos, mantén tus pensamientos decentes no los indecentes, mantén tus pensamientos llenos de fe y sin dudas. Porque está en tus pensamientos lo que está determinado. Si serás feliz o infeliz, si estarás sano o saludable”. Norman Vincent Peale.
