La actual situación de manifestaciones y ataques a edificios públicos, en Hermosillo se comenta que quienes participaron en el ataque al edificio del Poder Judicial destrozaron expedientes que contenían los antecedentes de la Guardería ABC. Lo que sin duda crecen las sospechas de un movimiento orquestado no solamente a nivel estatal, sino a nivel nacional, pues circula en las redes que la líder de este movimiento aparece con el expresidente Felipe Calderón Hinojosa.
Sin embargo, durante más de tres sexenios los problemas de la mujer nunca se escucharon y aplicaron las autoridades a nivel nacional la impunidad, dejando sin castigo o aplicando penas mínimas a los agresores sobre todo si son políticos o policías.
Durante los años transcurridos la mujer no protestó por temor o por miedo, tal como sucede cuando el marido las golpea y si lo mandan tras las rejas, después hacen todo lo posible para que quede libre, pues no puede con los gastos del hogar y de los hijos y sigue soportando el abuso del machismo.
También, el Poder Judicial debe cambiar su sistema para aplicar la Ley, pues si la Policía no detiene al victimario en los momentos de la agresión o el reporte no está bien hecho, queda en libertad o con un pago de multa regresa al hogar, pues la acusación de la parte afectada no cuenta o no se le cree.
Quizá la solución a este problema de la mujer, ante el machismo o ante el abuso, de jefes es de educación, ya que todos los niveles, pues también hay acoso laboral y quienes lo cometen están bien amparados por su sindicato y no pasa nada y menos si no hay denuncia de la afectada por temor a perder su trabajo.
Por lo tanto, considero que los cambios o reformas de quienes llegan al poder cada 6 años imponen su manera de pensar en la educación sin consultar a la sociedad y se han quitado de los libros de texto y de los programas educativos, el civismo, valores, respeto a los padres, a las personas y buenas costumbres, el conocimiento de nuestra Constitución, que ahora se necesitan, ante una gran descomposición social en muchos o mayoría de los hogares.
Los padres ven a las escuelas como necesarias para descansar de los hijos, sin preocuparse de acudir con sus maestros y conocer si cumplen su asistencia y los trabajos en las aulas. Eso sí, no quieren que se les castigue, pues pobre de los maestros que castiguen al hijo, entonces llegan hasta el aula para insultarlo. A sabiendas que su hijo es grosero, que no respeta, que no cumple el trabajo como estudiante y ya una gran parte, solo va a la escuela, ya que sabe que no lo pueden reprobar.
Pero esto se genera por la falta de buenos salarios, pues ambos padres de familia se ven obligados a trabajar y los hijos los dejan al cuidado de los abuelitos o amistades, de tal manera que no se dan cuenta si acude a la escuela o si cumple el trabajo que les recomienda el maestro o maestra.
Lo anterior es un problema social muy delicado y los diputados y senadores de los gobiernos estatales y del Poder Legislativo lo deben analizar y determinar acciones a corto y largo plazo con soluciones reales y no esperar a que se sigan presentado casos de feminicidio o asesinato como se les debe llamar.
