Kevin Corrales Rodríguez, de 18 años inició su trayectoria en el béisbol desde muy temprana edad, pues entrenaba con su padre Fernando. Sin embargo, cuando su amor por el deporte se hizo fuerte fue cuando llegó al equipo Mayos.
“Empecé como cátcher, luego a pichar, jugué el short stop, comencé a ver mucho pitcheo, gracias a mi hermano ´feny´, me guio por el gusto más como pitcher.
Después en la categoría 11-12 fue lanzador, agarrando más amor al béisbol y con más noción de lo que es ser pitcher. Después dejó de jugar un año, más adelante entró a la 13-14.
“Jugué con otro manejador, una de los problemas que me hacía desistir un poco, por no seguir jugando en el equipo de mi padre. Me paso a Grizzlies con Pablo Mosdesto García, David Flores y Vidaño, allí agarré mucho nivel como pitcher, fue una de mis mejores temporadas. Pase a la 15-16, fue un año donde me estanqué, sin jugar, sin ser titular.
Luego, su padre lo volvió a llamar, en sus primeros juegos de vuelta, volvió a conectar con su padre, pero como todo sube, todo baja, otros problemitas, el equipo dio fin, desapareció.
Regresó más adelante, pero ya en la Liga Urbana de Primera Fuerza con la Familia Córdova de Francisco ´Paco´ Córdova, sólo tuvieron tres juegos, él pichaba, fueron de sus mejores juegos lanzados, un mes después dejaron el equipo.
La mejor etapa
“Luego llegué a Marineros, me llama Alberto Pérez, un señor que se merece todo el respeto, fue como un papá para mí, de todas las ligas, ahí jugaba poco, dos entradas por juego, me aguantaba como todo pelotero antes de ser titular, cuando el score era abultado, me decía el señor Alberto, ´jálate´ dos entradas, con todo el orgullo, ´amárrate bien los tacos, agarra el guante y firme, ok´.
Esa temporada, se empezó a formar más como pitcher, a retomar su nivel. Se acaba la temporada y le dice el manager, ´prepárate porque la otra temporada vas a ser mi pitcher, vas a estar en juego´.
Iba con sus amigos al Bosque de la Ciudad, a entrenar duro, a correr, a lanzar, a hacer ejercicio, de eso, arrancan los juegos previos.
Los partidos de preparación, tiró en el primero, cinco innings limpios, don ´Beto´ le estira la mano y le dice: “Caón´ vas por muy buen camino y vas a llegar lejos”, esa fue otra de las mejores temporadas, aquí con 16 años.
“Cuando empieza mi segunda temporada, ya tenía 17 años, había otros dos pitchers integrados, Alejandro Núñez y Rafael Vázquez, siempre uno de ellos, me relevaba, estuve tirando 4 juegos, otro derrumbe en mi carrera, por lo que tuve que ir a Estados Unidos, debido a problemas familiares”.
Estuvo siete meses sin jugar, regresó con 18 años cumplidos, totalmente fuera de condición, a mitad de la temporada, volvió con Marineros, cuando llegó se dijo, “We´, aplícate, es tu posición, es tu deporte, a correr, a hacer bullpen”, volvió a su nivel gracias a Paco, luego, pasa que se desbarató el equipo Marineros.
Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
“Quedé como ´agente libre´, se me presentó una oferta de juego con Tomateros con Enrique Rojas, y acepté, he tenido lesiones, varios problemas en el aspecto del juego, pero aquí andamos, porque cuando tienes amor al deporte, ya sea futbol, basquetbol, lo que uno juegue, uno debe tener valentía, por más lesionado que estés”.
Otro punto, comenzó a jugar softbol, donde por cuestiones de trabajo, volvió a dejar el juego, regresó más adelante con Talibanes del señor Ricardo.
“Me quiere mucho, son una familia para mí, vuelvo a retomar nivel como short stop. Si Yo puedo dar un consejo, diría: Si tienes un sueño, lucha por él, por más paredes de concreto que te pongan enfrente, no te des por vencido y túmbalas”.