El origen de los chiles en nogada es un tema fascinante en la gastronomía mexicana. Esta deliciosa y colorida receta se remonta al México del siglo XIX, específicamente a la época de la Independencia.
Se dice que las monjas agustinas del convento de Santa Mónica en Puebla inventaron esta exquisita preparación para homenajear al general Agustín de Iturbide en 1821, cuando visitó la ciudad tras la consumación de la Independencia de México.
Los chiles en nogada son una fusión de sabores y colores que representan la bandera mexicana: el chile poblano relleno de picadillo (carne de res y cerdo mezclada con frutas y especias), cubierto con una cremosa salsa de nuez y esparcido con granada y perejil fresco. Esta combinación de ingredientes es una verdadera obra maestra culinaria y se convirtió en un platillo icónico de las festividades patrias en México, especialmente en las celebraciones del 16 de septiembre.
Hoy en día, los chiles en nogada son un platillo de temporada que se disfruta con gran entusiasmo durante el mes de septiembre en todo el país.
Su elaboración es laboriosa y requiere de habilidad en la cocina, pero el resultado final es una delicia que celebra la riqueza de la cultura gastronómica mexicana y su historia.
Los chiles en nogada son un verdadero tesoro culinario que perdura a lo largo de los años y continúa siendo un orgullo nacional.