Durante décadas, ha circulado una creencia popular que sugiere que los seres humanos solo utilizamos el 10 por ciento de nuestro cerebro.
Esta afirmación ha sido ampliamente difundida en películas, libros y artículos, convirtiéndose en un mito arraigado en la cultura popular.
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Sin embargo, desde el campo de la neurociencia, se ha demostrado que esta noción es completamente incorrecta y carece de fundamentos científicos sólidos.
La idea de que gran parte del cerebro humano permanece inactivo y sin utilizar ha sido desacreditada repetidamente por los expertos en neurociencia. Estudios avanzados en técnicas de neuroimagen, han permitido a los investigadores observar la actividad cerebral en tiempo real. Estas investigaciones han revelado que, en realidad, la totalidad del cerebro humano es activa y participa en funciones cognitivas y conductuales.
Cada región cerebral tiene una función específica y se comunica con otras áreas para realizar diversas tareas. Incluso en estado de reposo, cuando no estamos enfocados en una tarea particular, el cerebro muestra actividad en múltiples áreas que trabajan juntas en lo que los neurocientíficos llaman "la red por defecto".
El origen de este mito puede rastrearse hasta principios del siglo XX, cuando el psicólogo William James expresó que el potencial inexplorado de la mente humana era desconocido. Sin embargo, sus palabras fueron mal interpretadas y, con el tiempo, se convirtieron en la idea errónea de que solo usamos una pequeña fracción de nuestro cerebro.
En la actualidad, la ciencia ha dejado en claro que, si bien algunas personas pueden no estar utilizando al máximo todas sus capacidades cognitivas, esto no se debe a un desperdicio del 90 por ciento del cerebro, sino a la complejidad del funcionamiento cerebral y a factores individuales, como el aprendizaje, la motivación y la experiencia.