Después de cocinar algo muy rico se viene la parte que no a todos nos gusta, lavar los platos. Es parte del proceso si queremos tener una cocina limpia y libre de gérmenes, aunque te sorprenderías de saber que un utensilio en específico alberga cada vez más bacterias a medida que le damos uso.
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Estamos hablando de las esponjas o estropajos, un elemento que nos ayuda a dejar brillante esa olla tamalera que tanto nos cuesta lavar, y que irónicamente puede ser el elemento más contaminado de tu cocina.
Esto sucede debido a que durante su uso, las esponjas son expuestas a la humedad y a los residuos de alimentos, que crean un ambiente perfecto para cientos de agentes patógenos, cuya principal señal de su presencia es el mal olor.
Aunque no se garantiza una desaparición al 100%, existen métodos para desinfectar tus esponjas y reducir el riesgo de una contaminación.
Vinagre Blanco
Sin duda uno de los mejores productos naturales cuando se trata de eliminar malos olores y restos de grasa. Basta con hervir una taza de agua, agregar una parte igual de vinagre y dejar la esponja en el líquido durante 20 minutos.
Microondas
No se trata de ninguna receta exótica, pues un estudio efectuado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos comprobó que poner la esponja en el microondas por alrededor de un minuto elimina el 99% de las bacterias.
Se recomienda humedecer la esponja un poco, asegurarse de que no tiene ningún componente metálico adherido, y ponerla a una temperatura media por no más de dos minutos para no dañarla.
¿Cada cuánto debo cambiar mi esponja?
Si bien estos métodos son efectivos, no hay mejor solución que cambiar de esponja periódicamente para evitar una contaminación, cada quince días o una vez a la semana.
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Del mismo modo, para su conservación en un mejor estado de la esponja está debe guardarse en seco, así como lavarse después de cada uso.