/ jueves 25 de abril de 2024

A sus 12 años, Santiago aprende albañilería junto a su abuelo

Santiago está aprendiendo el oficio de la albañilería de la mano de Ramón, su abuelo. Juntos trabajan con diversos materiales como cemento, cal, yeso y resanador

Santiago, un niño de tan solo 12 años que, en lugar de estar inmerso en videojuegos y el celular como muchos otros niños y niñas, prefiere invertir su tiempo en el trabajo y aprender cosas que le serán útiles para ser emprendedor en el futuro.

Él decide acompañar a su abuelo en su labor de albañil, recorriendo diferentes lugares, siendo uno de los más singulares el panteón local, donde rehabilita tumbas o bien repara algunas construcciones según lo que le indique su abuelo.

Tiene un par de años que de manera intermitente, le ayuda a su abuelo, en donde dijo, ha adquirido experiencia de cómo manejar los diferentes productos que utiliza su abuelo, por lo que al terminar su horario escolar y sus tareas, acompaña a su abuelo en sus distintas labores. “Primero voy a la escuela, pero si hay días libres me voy con mi abuelo y también el sábado y durante mis vacaciones”.

El trabajo que Santiago realiza no es una tarea común para un niño, pero para él es una forma de aprender y contribuir al bienestar económico de su familia, además de que pasa un rato agradable con su querido abuelo.

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Santiago está aprendiendo el oficio de la albañilería de la mano de Ramón, su abuelo. Juntos trabajan con diversos materiales como cemento, cal, yeso y redimix. A pesar de su corta edad, muestra habilidad y dedicación, aprendiendo rápidamente los secretos del oficio.


Entre los lugares más peculiares en que trabaja está el panteón local, donde rehabilita algunas tumbas. Foto: Flor Bolaños / Tribuna de San Luis


Su abuelo, ve en Santiago más que un simple ayudante. Lo ve como un aprendiz al que está preparando para el futuro. "Invito a Santiago a trabajar conmigo porque quiero darle herramientas para su futuro, pero más que trabajar nos hacemos compañía"

Ramón comenta que para él, cada día de trabajo junto a su nieto es una oportunidad para transmitirle valores, habilidades y conocimientos que le serán útiles en su vida adulta, por lo que el niño agradece a su abuelo por transmitirle sus conocimientos.

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“Él puede traer a un chalán a trabajar, a alguien que conozca de este oficio para que el no batalle, pero prefirió enseñarme a mí para que yo pueda trabajar en esto si lo necesito cuando sea adulto”.

Santiago, un niño de tan solo 12 años que, en lugar de estar inmerso en videojuegos y el celular como muchos otros niños y niñas, prefiere invertir su tiempo en el trabajo y aprender cosas que le serán útiles para ser emprendedor en el futuro.

Él decide acompañar a su abuelo en su labor de albañil, recorriendo diferentes lugares, siendo uno de los más singulares el panteón local, donde rehabilita tumbas o bien repara algunas construcciones según lo que le indique su abuelo.

Tiene un par de años que de manera intermitente, le ayuda a su abuelo, en donde dijo, ha adquirido experiencia de cómo manejar los diferentes productos que utiliza su abuelo, por lo que al terminar su horario escolar y sus tareas, acompaña a su abuelo en sus distintas labores. “Primero voy a la escuela, pero si hay días libres me voy con mi abuelo y también el sábado y durante mis vacaciones”.

El trabajo que Santiago realiza no es una tarea común para un niño, pero para él es una forma de aprender y contribuir al bienestar económico de su familia, además de que pasa un rato agradable con su querido abuelo.

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Santiago está aprendiendo el oficio de la albañilería de la mano de Ramón, su abuelo. Juntos trabajan con diversos materiales como cemento, cal, yeso y redimix. A pesar de su corta edad, muestra habilidad y dedicación, aprendiendo rápidamente los secretos del oficio.


Entre los lugares más peculiares en que trabaja está el panteón local, donde rehabilita algunas tumbas. Foto: Flor Bolaños / Tribuna de San Luis


Su abuelo, ve en Santiago más que un simple ayudante. Lo ve como un aprendiz al que está preparando para el futuro. "Invito a Santiago a trabajar conmigo porque quiero darle herramientas para su futuro, pero más que trabajar nos hacemos compañía"

Ramón comenta que para él, cada día de trabajo junto a su nieto es una oportunidad para transmitirle valores, habilidades y conocimientos que le serán útiles en su vida adulta, por lo que el niño agradece a su abuelo por transmitirle sus conocimientos.

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“Él puede traer a un chalán a trabajar, a alguien que conozca de este oficio para que el no batalle, pero prefirió enseñarme a mí para que yo pueda trabajar en esto si lo necesito cuando sea adulto”.

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