“Nos la están poniendo bien difícil, ya no sabemos si abriremos o no; no sabemos cómo vamos a salir adelante”, fueron las palabras que Rita Marisela Miranda pronunció después de habérsele cuestionado acerca de los retos a superar actualmente debido a la contingencia sanitaria, pues desde hace poco más de tres meses que su negocio de antojitos mexicanos no recibe clientes, generándole una pérdida superior al 50% en sus ingresos, aunado al problema de salud que aqueja a su esposo, Armando Valenzuela Díaz, debido a un derrame cerebral y embolia.
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Según comentó la originaria de Zacatecas, reabrirá el negocio el próximo martes con la idea de llevar comida a domicilio o que los clientes puedan ordenarla y recogerla. Sin embargo, ve difícil este modo de trabajar, pues sus clientes habituales gustaban de sentarse a comer dentro del establecimiento, siendo este un problema que aqueja al sector restaurantero de esta ciudad fronteriza.
CARECE ESPOSO DE ATENCIÓN MÉDICA
Por otra parte, Rita compartió que su esposo era quien le ayudaba a hacer las entregas, pero fue hace tres meses que sufrió una embolia derivado de un derrame cerebral que lo aquejó hace cinco años, imposibilitándose a continuar con el servicio y apoyarla.
“Tenía un año de abierto el negocio cuando enfermó mi esposo; se recuperó del derrame, pero a partir de la embolia necesita un andador para caminar, no tiene fuerza en sus piernas y no puede mover su mano derecha. No ha tenido terapia porque todo está detenido por el coronavirus; el IMSS le dijo que el 27 de mayo podía acudir para recibirla, pero fue y le dijeron que siempre no, por eso no se ha podido recuperar”.
“Yo cerré porque no había ventas. Vamos a volver a intentarlo, pero me gustaría que las autoridades nos permitan, aunque sea, tres o cuatro comensales, pues eso nos ayudaría mucho (…) desde antes ya teníamos un protocolo de limpieza, y eso no sería un problema”.