Aún con dolencias y en medio de un tratamiento contra el cáncer que decidió pausar para poder emitir su voto a favor de que Andrés Manuel López Obrador siga su mandato, Lydia Guadalupe Hernández Aguayo viajó desde Los Angeles, California, hasta San Luis Río Colorado y desde muy temprano se presentó en las instalaciones de la escuela primaria Juan Escutia, pese a algunos obstáculos y fallas de logística que señaló del INE.
Lee también: Votantes de tres sectores acuden a primaria Juan Escutia: actividad avanza sin contratiempos
Hace poco menos de un mes, Lydia se tuvo que someter a dos cirugías debido a tumores en su organismo, por lo que llevar un tratamiento oportuno y reposo son vitales para su recuperación. Sin embargo, al saber que existía la posibilidad de reiterar su apoyo a la “cuatroté” se dispuso a salir de su casa en esta frontera y acudir a su casilla. No obstante, el primer problema al que se enfrentó fue enterarse que las urnas ya no estaban donde siempre en avenida Vicente Guerrero y calle 34, pues debido a la reorganización de sectores ella tendría que emitir su voto en avenida Chiapas B, entre calles 38 y 39.
Pensando que sería una actividad rápida en su día, se vio obligada a caminar más de la cuenta, pero debido a que su destino se encontraba a poco menos de un kilómetro decidió tomar un taxi, apenas con los recursos que llevaba consigo.
“Salí de mi casa y miré que no había nada, ni actividad. Oye, pero ni siquiera una cartulina o algo que nos indicara a dónde habían movido nuestras casillas. Ya se sabía que iban a hacer esto, es pura corrupción, quieren poner trabas, pero no nos vamos a dejar. Tuve que tomar pedir un taxi, yo estoy operada, pero yo pude hacer eso. Me duele caminar, pero todo vale la pena para venir hasta acá, para que cada tres años el pueblo pueda decidir si se quedan o no los gobernantes, que demuestren que están haciendo algo por nuestro México”.
Con vendajes y protección especial para sus zonas corporales que fueron intervenidas quirúrgicamente, Lydia se presentó a las 8:30 de la mañana y gritó: ¡Viva AMLO!, ¡Viva Morena y el mejor presidente del mundo!, al tiempo que metía su papeleta rayada a la urna.
Aunado al esfuerzo físico, Lydia tuvo que invertir alrededor de 90 pesos, ya que el pasaje del transporte público le costó 40 pesos de ida y poco más de regreso.
“Tengo cáncer, mañana tengo que hacerme quimioterapia y ahorita tengo que hacerme análisis de sangre. Mi operación fue hace un mes y ahora me tengo que ir a Los Angeles, pero vine para participar en la revocación de mandato”.
