Complicado para maestros y directivos aplicar protocolos de recepción y entrega de los niños debido a que falta recurso para operar los escuadrones viales o en su defecto, la participación de los papás para ejecutarlos.
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El director de la escuela “Luis Encinas Johnson”, José Carlos Almanza Gómez y el maestro del plantel “Luis G. Cano”, Ramón Vázquez Félix, coincidieron que ante un hecho tan lamentable como el ocurrido con la niña Fátima, no es justo que se culpe a los maestros del suceso cuando los protocolos de acción que afirma la Secretaría de Educación Pública (SEP) que existen, sólo están en papel, ya que no hay herramientas ni el recurso para operarlo.
PAPÁS DEMORADOS
Almanza Gómez comentó que de manera personal le tocó esperar a papás hasta las 15:00 horas, una vez no llegaron, se informó a la Policía quienes trasladaron al menor quien tuvo que esperar hasta las 18:00 horas la llegada de sus tutores, quienes olvidaron ir por él.
“Muchas veces, y mal hacemos, pero nos gana la nobleza, y aguardamos por más tiempo del debido, sabemos que al hablar a la autoridad interviene el DIF y el delito es omisión de cuidados, lo cual implica mucha burocracia para el padre, por eso solamente le insistimos en que debe llegar más temprano”, comentó Almanza Gómez.
Aseguró que sería bueno operar el escuadrón vial, pero no se cuenta con la participación de los padres de familia para implementarlo, el cual ayudaría a mantener el orden y control en las entradas y salidas.
Destacó que la Secretaría de Educación Pública y el nivel estatal Secretaría de Educación y Cultura hace llegar instrucciones, que, si bien son buenas para garantizar la seguridad y buen aprendizaje de los niños, llegan sin las herramientas para operarlo.
“Tenemos por ejemplo el escuadrón vial, no podemos echarlo a andar sin el apoyo de los papás, pues no se les paga, es una labor social, pero si se trata de garantizar la seguridad, lo ideal sería tener bien acordonadas las áreas, un guardia en la entrada y credencializar a los papás a fin de evitar el ingreso de desconocidos al plantel”, opinó el director.
Por su parte, Vázquez Félix, comentó que, al terminar la jornada de trabajo, los maestros se quedan en el plantel por al menos una hora, tiempo en que los niños están dentro de las instalaciones para evitar exponerlos al exterior.
Reconoció que los protocolos que dicta la SEP en realidad no se aplican tan estrictamente, pues lo ideal es que sean los padres quienes vayan al salón por sus hijos, pero muchas veces los menores se van a pie, en algunos otros casos acuden los abuelos o tíos por ellos.
“Cuando surgen casos, como el de Fátima, todos se quieren lavar las manos, la verdad es que existen muchos protocolos, pero no hay herramientas para instrumentarlos”, finalizó.
3 Casos atendió en 2019 la Subprocuraduría de la Defensa del menor por papás retardados.
911 Es el número al que deben marcar los maestros cuando los padres no acuden a tiempo.
15 Minutos es el margen de tolerancia que deberían maestros esperar a los padres.
