A pesar de las dificultades que ha tenido para llegar a Estados Unidos y de que fue amenazado de muerte y asaltado en México, el hondureño Erick Daniel no se da por vencido ni pierde la Fe de que pronto podrá estar en el vecino país trabajando para ofrecerle una mejor calidad de vida a su hijo de 5 años quien lo acompaña en esta complicada travesía.
Desde hace 2 meses, el joven padre de familia de 28 años de edad, se encuentra en el albergue para migrantes “Don Chon” donde espera a que reabran la frontera para solicitar asilo político al gobierno estadounidense.
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Contó que el pasado 8 de agosto salió de Honduras de la mano de su pequeño hijo, rumbo a Estados Unidos y que este caminar ha sido realmente un calvario lleno de trabas y sufrimiento.
Erick Daniel externó que en Honduras se desempeñaba como chofer de mototaxi, pero los altos índices de inseguridad a los que están sometidos los ciudadanos en ese país, lo obligaron a tomar la decisión de salir en busca de un mejor porvenir para él y su hijo.
“Hemos sufrido mucho mi hijo y yo. Hemos tenido que dormir en el piso, helado, en bodegones. Estuvimos 20 días en la Ciudad de México. Ahí nos quedamos en un almacén”, agregó.
“Hemos batallado para conseguir comida. Aunque cuando nos daban comida nos servían huevo, por días, todos los días. Aquí en el albergue de San Luis es distinto pues tenemos una cama y comida variada todos los días”, destacó.
Antes de llegar a San Luis Río Colorado, Erick Daniel fue amenazado de muerte y asaltado por un grupo de desconocidos que se encontraban en una carretera que conduce a Hermosillo.
“Cuando vimos a los hombres armados corrimos mi hijo y yo. Mi hijo se cayó en medio del monte, del desierto. Se golpeó. Él solo corrió, no sabía que estaba pasando”, contó el hondureño.
Sin embargo, aseguró que ahora que se encuentran en esta ciudad, alojados en el albergue, se sienten seguros y esperan pacientemente el día en que puedan ser atendidos por el personal de migración de Estados Unidos a quien solicitarán asilo político para poder residir y trabajar en ese país.
“Lo que más deseo es poder vivir en Estados Unidos para que mi hijo tenga un mejor futuro. Me han dicho que allá hay mejores oportunidades de trabajo y que la gente logra progresar”.
