Los migrantes que son deportados, y que reingresen en territorio estadounidense, si son arrestados, pueden ir a prisión, debido a que es un delito federal, las penas pueden ser de uno a siete años en la cárcel.
Ascención Serna, quien representa a la casa del migrante Don Chon, con el fin del Título 42 se vendrá una gran cantidad de migrantes que buscarán entrar a Estados Unidos y se van a agregar los que regresen de allá.
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“El problema es que, con el fin del Título 42, mucha gente se ha acercado a la frontera para buscar entrar a Estados Unidos, algunos lo van a lograr, otros no, pero, en caso de que seas deportado y quieras volver a intentar regresar y te arrestan, vas a prisión, porque ellos lo consideran delito federal”.
Agregó que las penas podrían ser de un a siete años, siendo Arizona un estado donde las condenas son moderadas, siendo que hay otras partes de la frontera donde son más fuertes, como Texas.
Aclaró que no es lo mismo una expulsión que una deportación, ya que, si reinciden en cruzar, amerita un tiempo en prisión.
“No sé cómo le hará Migración en esos casos cuando se den situaciones de señoras, porque no pueden encerrarlas con niños, las cárceles se van a llenar”.
Expresó que, esta semana, contaba en su espacio con 85 ciudadanos de Venezuela, y actualmente solamente quedan unos quince, porque han decidido irse a Ciudad Juárez o Tijuana.
Indicó que se les invita a los viajeros a que vayan a las ciudades grandes, donde pueden obtener mayores facilidades para ir a Estados Unidos.
“Uno de los problemas es que Yuma carece de un juez de migración, y para poder entrar, lo ocupa, donde están dando el asilo político tiene que ser en las ciudades grandes, lo más cercano aquí es Nogales, y que tienen que hacer el trámite con Phoenix”.
Mencionó que las citas en las cortes en ciudades cercanas son más rápidas para resolver los casos, tal es el caso de San Diego y Los Ángeles, en cambio, si se va a lugares cono Chicago o Carolina del norte, pueden durar hasta año y medio la espera para una cita en la corte de esos sitios.
La ventaja de San Luis, es que es una ciudad de tránsito, porque regularmente van a las ciudades grandes para solicitar el asilo.
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Flujo
Por su parte, el presidente del patronato de la Casa del Migrante “Divina Providencia” Martín Salgado Ames, no buscan saturar la capacidad del establecimiento, ya que es muy grande el flujo, que no hay ciudad que pueda albergar a tanta gente.
“Nuestra capacidad, mas allá de cuántas camas tenemos, hay que ver a cuantas gentes puedes atender y darles un trato digno, esa es nuestra limitante, no nos fijamos mucho en cuántos vienen, sino a cuántos podemos atender”.