Hace 10 años llegó a esta ciudad la pareja formada por Francisco Javier Machado Gastélum y María del Refugio Ayala Mendívil, procedente de Huatabampo y entonces se dedica a elaborar algodones de azúcar y manzanas acarameladas para llevar el sustento diario a su hogar.
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Francisco Machado, de 73 años, platicó que es originario de Guamúchil, Sinaloa, sin embargo ha residido en diferentes municipios del país como Navojoa, Mexicali, Huatabampo y actualmente en San Luis Río Colorado, a donde vino a vivir acompañado por su esposa para estar cerca de sus dos hijos.
Contó que durante 30 años trabajó como operador de juegos mecánicos entre los que nombró la rueda de la fortuna y el remolino chino, lo que le dio oportunidad de conocer lugares como Nogales, Mazatlán, Culiacán, Tijuana, Ensenada y otros a los que asistió a ferias populares.
Debido a que ni él ni su esposa reciben pago de pensión, solo apoyo del programa de gobierno para personas mayores de 68 años, al llegar a esta frontera optaron por dedicarse a recolectar materiales reciclables como cartón, aluminio, metal y plástico que vendían a empresas recicladoras para hacer frente a los gastos del hogar.
HAN VENCIDO ADVERSIDADES
Al poco tiempo, tomó la decisión de armar una máquina para hacer algodones de azúcar porque la venta de los materiales de desecho en ocasiones no era muy redituable.
Cuando vivía en Huatabampo, Machado tenía la maquinaria para los algodones de azúcar, pero al emprender el viaje a San Luis Río Colorado se vio obligado a venderla para cubrir los gastos del traslado.
Tenemos que trabajar todos los días porque si no trabajamos, no comemosFrancisco Javier Machado Gastelúm, comerciante.
También Francisco y su esposa experimentaron con la elaboración de manzanas acarameladas que ofrecen en venta todos los días de la semana en el Parque “La Tortuga”, donde se instalan de 17:30 a 21:00 horas.
Además, incluyen en su puesto globos de figuras de personajes infantiles y juguetes, actividad económica que combinan con la venta de flores en el panteón del ejido La Grullita.
La pareja de esposos empieza a hacer los algodones de azúcar de variados sabores y las manzanas endulzadas poco después del mediodía para partir a las 17:00 horas rumbo a avenida Lázaro Cárdenas y calle 32.
Explicó que para los algodones vierte azúcar en una máquina, que se transforma en el delicioso postre al entrar en contacto con el fuego, mientras para las manzanas con caramelo debe preparar un dulce especial.
Asimismo, recordó que al principio de la contingencia sanitaria por Covid-19 pasó junto a su esposa dificultades económicas, ya que la afluencia de visitantes a “La Tortuga” era mínima y por consecuencia no tenían ingresos, aunque por ahora la situación ha mejorado considerablemente.
Francisco y María del Refugio son un ejemplo de que querer es poder, pues al tener más de 70 años todos los días se levantan por la mañana con entusiasmo para comenzar el día las labores domésticas y preparar lo necesario para vender al parque con la ilusión que lleguen clientes y poder regresar a casa con dinero para comer y para pagar servicios básicos de electricidad, agua potable y otros.