Gabriela Chávez Santana es un ejemplo para la juventud, ya que a sus 15 años emprendió un negocio de venta de burritos de guisado para apoyar a su mamá con los gastos del hogar, luego de que su papá falleció por Covid-19.
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Este tiempo de pandemia ha resultado sumamente difícil para Gabriela Chávez, pues el coronavirus le “arrebató” a su papá en julio de 2020, lo que generó en ella y en su familia una crisis emocional y económica muy importante.
La mamá de Gabriela se dedica a vender ropa usada, por lo que los ingresos económicos no son muy elevados, apenas alcanzan para cubrir necesidades básicas como la adquisición de la despensa y el pago de gastos corrientes.
Al ver las carencias del hogar, la alumna de tercer grado de secundaria tomó la decisión de emprender un negocio, por lo que ella y su mamá invirtieron parte de sus ahorros y ahora de lunes a viernes a partir de las 9:00 de la mañana se instalan en el callejón Oaxaca y calle Siete para ofrecer los “burritos” de carne deshebrada, bisteck, papas con chorizo y frijol.
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Gabriela y su mamá, la señora, María del Carmen, se levantan a las 4:00 de la mañana para empezar a cocinar y tener los “burritos” listos a la hora del desayuno, pues a las 9:00 se instalan en la banqueta de dicho domicilio en espera de clientes.
La joven destacó que acaba de finalizar la secundaria y que en el próximo ciclo escolar ingresará al bachillerato. Dijo, además, que le gustaría cursar una carrera universitaria para seguir ayudando a su mamá que está enferma del corazón.
Por último, invitó a los sanluisinos a visitar el puesto de “burritos” de guisado, asegurando que están muy sabrosos y que son preparados higiénicamente.
