Debido a su posición geográfica e intercambio cultural con Estados Unidos, en San Luis Río Colorado se percibe un empuje en festividades como Halloween y el Día de Muertos. Sin embargo, las manifestaciones creativas se registran en menor medida cuando se trata de la tradición mexicana, y notándose con mayor presencia elementos propios de la también denominada “noche de brujas”.
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Al respecto, habló la socióloga Aidé Patiño, quien también mencionó que para lograr la preservación de la identidad cultural de este país y sus festividades, correspondería a los padres de familia trabajar en la transferencia generacional, desde el hogar con la descendencia.
“Por lo regular, lo de los altares se les enseñan en las escuelas, pero si nos vamos a lo que realmente deben ser las tradiciones, en casa es en donde se supone que se van pasando de generación en generación, pero si no tenemos esas costumbres es algo que pasará desapercibido, aunque esto es independiente a si se trata del Día de Muertos, Halloween, o cualquier otra celebración”, mencionó la entrevistada, agregando que es meramente un proceso de mercadotecnia por el que Halloween u otros eventos reciben empuje en la sociedad actual.
“En los comercios verás siempre lleno de elementos como arañas, telarañas, brujas, fantasmas, pero no se ve como tal algo en especial para el Día de Muertos (…) Aquí, celebramos esos eventos, los cuales tienen su origen en eventos de origen religioso, comúnmente porque son los niños quienes gustan de participar disfrazándose. Esto indica que, en realidad, ni siquiera celebramos Halloween, sino que se hace una fiesta de disfraces”.
A su vez, subrayó que si desde casa no se inculca o fomenta a temprana edad hacer un altar a la persona ausente, la tradición se pierde. “Hay gente que desde el día 28 encienden la primera veladora y comienzan a hacer el camino del altar, así como agregar los elementos como el arco, el perro negro, la comida, flores, las velas, para que el familiar difunto, según la creencia, llegue a visitar este plano terrenal”.
Se destacó que cada familia es libre de tener sus propias tradiciones y costumbres; a su vez, se exhortó a respetar la ideología religiosa de cada persona, en torno a la celebración de distintas fechas
