Al conmemorarse este 19 de octubre, el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, Irene Vargas Rojas, una paciente que está en tratamiento para superar esta enfermedad, hace un llamado de atención a las mujeres a que acudan con el médico al detectar cualquier anomalía es su pecho, ya que el cáncer es curable si se localiza oportunamente.
Irene Vargas, una mujer de 71 años de edad, platicó que cuando recibió la noticia de que padecía cáncer de mama, en 2018, sintió que se le venía el mundo encima.
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“En ese momento, lo que pasó por mi mente fue pensar solo en la muerte. Sentí mucho miedo y no podía dejar de llorar, pero gracias a las palabras de aliento de mi esposo y de mis hijos pude armarme de valor para enfrentar la enfermedad y no dejarme vencer y hasta la fecha sigo luchando. Sigo en tratamiento”, expresó con voz entrecortada.
La señora Vargas recordó que hace 4 años acudió a consulta médica al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) porque notó la presencia de una especie de espinilla a un lado del pezón del seno izquierdo, en donde le indicaron que era un folículo y al poco tiempo se le reventó. Sin embargo, en la misma institución le mandaron hacer una mamografía la cual arrojó como resultado un diagnóstico de cáncer de mama.
“Un día me hablaron por teléfono del Seguro (IMSS) para decirme que tenía que ir a la clínica. Me asusté y pensé lo peor, estaba muy nerviosa y, efectivamente, cuando llegué el doctor me dijo que tenía cáncer. Claro que en ese momento lloré mucho. Pensé que me iba a pasar lo peor. Me mandaron con la trabajadora social y ya tenía listos todos los papeles para que me fuera a Mexicali, a oncología, para que empezara con mi tratamiento”.
Agregó: “Al llegar a mi casa. Abracé a mi esposo y le dije lo que tenía. Él me dijo: no te preocupes vieja, vamos a ver al doctor. Mi esposo ha estado conmigo durante todo este tiempo de la enfermedad. Él me ha tenido mucha paciencia, al igual que mis hijos. Yo creo que el contar con ellos y sentirme tan querida me ha ayudado a sobrellevar y a luchar contra esta enfermedad de la cual todavía no me recupero del todo. Sigo en tratamiento. Los médicos me están monitoreando. Voy a Mexicali cada seis meses”.
Irene externó que cuando recibió el tratamiento de quimioterapia fue muy difícil para ella, ya que es un procedimiento que le provocó náuseas, diarreas y le quitó las ganas de comer.
“Con las ´quimios´ se me cayó el cabello. Me sentía fatal. Me adelgacé mucho, la comida me daba asco. Me miraba en el espejo y lloraba. En el Seguro (IMSS) me sugirieron que asistiera a las reuniones del grupo Elena´s y acudí. Ahí me ayudaron mucho otras mujeres que estaban pasando también por la enfermedad y otras que ya la habían superado. Sobre todo, recibí la ayuda de María Luisa, la coordinadora del grupo”, resaltó la paciente.
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Para finalizar, recomendó a las mujeres que periódicamente se revisen los senos y al momento de detectar alguna irregularidad, acudan de inmediato a consulta médica, tomando en cuenta que el cáncer se cura si se detecta en etapas tempranas.