La logística juega en contra de las Buscadoras por la Paz, ya que los funcionarios del gobierno del estado no les permiten actuar con libertad y, al parecer, no cuentan con una agenda establecida de antemano.
Personal de Protección Civil del gobierno del estado conduce la visita de las Buscadoras por la Paz, pero no les permite recorrer lugares cercanos a donde estuvieron.
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Cuando estuvieron en el parque Juárez, ellas quisieron ir a las calles aledañas al sitio, pero no pero no se los permitieron.
También quisieron ir a la línea fronteriza, pero, según ellos, no había garantías de seguridad en ese sitio, eso frustró a las brigadistas, por lo que tuvieron que ceder a la visita a un albergue, para que los internos pudieran revisar las imágenes y ver si podrían reconocer a alguien.
Después, estuvieron en un centro de rehabilitación, en donde exhibieron las fotos de sus familiares desaparecidos, con la esperanza de que alguien reconozca a alguien y de algún indicio de su paradero.
Ahí, pasó lo mismo, la gente del gobierno del estado fue la encargada de ver el itinerario de la gira, pero no había nada establecido de antemano.
Incluso, existía la posibilidad de que regresaran al parque Juárez, con el fin de que pudieran volver a difundir su mensaje, pero finalmente se descartó y terminaron yendo a un hotel abandonado, para ver si las personas que lo usan de refugio reconocen a alguien.
Lo mismo ha pasado con los horarios de comida, que no están establecidos para ellas, simplemente son irregulares.
EL CONTRASTE
Caso contrario, las visitas al campo de las brigadistas, en donde se van a las zonas desérticas, con el fin de buscar posibles restos humanos en la región.
Cabe señalar que las Buscadoras tienen 2 días de vista en esta frontera, llegaron con el fin de ubicar posibles pistas de sus familiares y dejar volantes, para en caso de que alguien logre reconocer a alguien, pueda comunicarse con ellas.
Incluso, allá sí les dan un poco más de libertad para hacer su labor de buscar, pues se esparcen un poco más por lo que pueden obtener mejores resultados.
Las jornadas finalizan una vez que cae el sol, debido a que no es seguro el desierto y prefieren retirarse para evitar problemas.
Los funcionarios estatales carecen de una agenda previa para la visita de las brigadistas, lo que las frustra
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