Socorro Pompa Ayón es una mujer que en esta navidad no podrá hacer posible la ilusión de sus hijos de recibir un regalo, debido a las dificultades económicas que presenta por obtener un salario bajo y ser la única fuente de ingresos en su familia.
Hace 3 años Socorro llegó a esta ciudad procedente del estado de Sinaloa, donde trabajaba como jornalera en los campos agrícola, percibiendo un salario promedio de 50 pesos diarios.
A esta frontera vino con la esperanza de colocarse en un empleo que le permitiera sacar adelante a sus 4 hijos, de ellos la mayor de 18 años de edad ya no vive con ella, pero el resto de 16 años y unos gemelos de 2, sí.
La madre de familia dijo que no sabe que cenarán en nochebuena, aunque aseguró que servirá un plato de comida caliente a sus hijos que tal vez sea de alguno de los guisos que prepara normalmente, pues no tiene dinero para comprar alimentos tradicionales en las celebraciones de fin de año como pavo, tamales, menudo, pierna de puerco, jamón ahumado, entre otros.
“No sé que voy a cocinar en navidad porque esta semana no me pagarán mucho en mi trabajo porque falté varios días. Mi hijo, uno de los gemelitos, se quemó y me tuve que quedar a cuidarlo”, expuso.
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