La señora Silvia Viveros Mosqueda es un ejemplo de amor al prójimo ya que hace 11 años instaló en su casa el comedor comunitario “Estrellita milagrosa” para servir desayuno y comida a decenas de niños y niñas que habitan en la colonia Reforma.
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Esta labor la emprendió con la finalidad de compartir los alimentos que cocinaba, con los estudiantes que a diario pasaban por su casa rumbo a la escuela.
“Así empecé, ofreciendo desayuno a tres o cuatro niños, pero con el tiempo fueron aumentando. He llegado a tener hasta 50 niños sentados en el comedor”, destacó.
En la actualidad, debido a la pandemia, Silvia Viveros optó por llevar la comida a los domicilios de los niños y las niñas que a diario iban a desayunar al Comedor Comunitario.
Gracias al apoyo de su familia y de algunas personas externas que colaboran con ella, ha podido continuar con esta noble labor que emprendió hace poco más de una década.
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