Después de tener dificultades debido a la intensidad del tratamiento contra el Sarcoma de Ewing, dando los médicos un diagnóstico poco alentador la primera semana del mes de julio, Kevin Peralta tuvo la dicha de tocar las nombradas “campanas de la victoria” el pasado martes 13 de agosto, para anunciar que su tratamiento finalizó exitosamente y que en su organismo no hay rastro de cáncer.
Así lo dio a conocer Evangelina Peralta, madre del niño sanluisino de 12 años, quien especificó que fue poco menos de dos años el tiempo que estuvo recibiendo quimioterapias en el Hospital Infantil del Estado de Sonora, así como albergue en la Fundación para Niños con Cáncer “Movimiento RAS”.
“Ahora solo falta regresar el próximo 15 de octubre, para que los médicos lo revisen y vean el avance. Me dijeron ellos que el primer año va a ser así, pues hay que observar sus niveles de plaquetas y estado de salud. Cada vez le estarán aumentando el tiempo entre citas, dependiendo como lo vean”, mencionó la orgullosa madre, quien también compartió que se encuentran ya en San Luis Río Colorado junto a su familia, para descansar y compartir la gran noticia.
“Se terminaron nueve ciclos, que en total fueron 90 quimioterapias, sin contar las tomadas en pastillas, de las cuales mi hijo se tomaba 31 pastillas y media al día. También, recibió 31 radiaciones. Al final de todo esto, el doctor que lo revisaba miró la última radiografía, y nos dijo que estaba limpia, que no tenía nada. Fue una hermosa noticia que nos sorprendió a ambos”, dijo Evangelina.
“Kevin es un guerrero, es algo especial. Cuando tocó las campanas le llevaron regalos y flores. Todos estaban emocionados por él en aquel lugar, ya lo conocían. Fue muy amado ahí. Lo que ese día vivimos fue sin duda algo muy hermoso”, mencionó la entrevistada, para luego compartir un agradecimiento a Dios, a su familia y a la fundación RAS por todas las atenciones recibidas.
CONTRA EL DIAGNÓSTICO
Hace casi dos años se le diagnosticó Sarcoma de Ewing al niño Kevin Javier Peralta López, un tumor en el pómulo izquierdo que los médicos precisaron como cancerígeno. A partir de esto, su familia se mantuvo en una lucha constante para mantener las esperanzas y salir adelante.