El inicio del año escolar beneficia económicamente a muchas personas, desde las papelerías, hasta los mercaditos que se encuentran cerca de los planteles, pero los vendedores ambulantes que están a los alrededores de los mismos, eran los que más impacientes estaban con que los niños regresaran a la escuela.
Sin embargo, las cosas para algunos de ellos no fueron como lo esperaban, ya que sus ventas han estado bajas desde el principio de las clases.
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Tal es el caso de la señora María de Jesús Padilla, de 62 años de edad, quien ya tiene 37 años vendiendo raspados a las afueras de la primaria “Abelardo L. Rodríguez”, pero, al momento, la cosas para su negocio no han sido favorables, puesto que, el pasado lunes, apenas si tuvo a cinco clientes en todo el día.
“Pareció que no hubo niños en la escuela; es cierto, vendí poquito, pero con las personas que van pasando, estudiantes en sí, no los hay”.
Dijo que, a pesar de eso, va a seguir viniendo al mismo puesto y mismo lugar, ya que tiene casi cuatro décadas asistiendo a ese sitio.
Comentó que la pandemia afectó seriamente todo, ya que cuando ésta empezó dio al traste con el trabajo y la recuperación no ha sido fácil.
Mencionó que el tiempo de calor es cuando más fácil vende su producto, pero también sus ventas dependen de que si los padres de familia traen las ganas de comprarles algo a sus hijos.
“En tiempo de frío, solo se vendían papitas y frituras, pero raspados no, las ventas bajan drásticamente”.
Comentó que en los tiempos en que comenzaba a vender, les iba bien, en un buen día podría sacar hasta 500 pesos, pero ahora, es complicado llegar a esa cantidad”.
Temporada difícil
Por su parte Manuel Venegas, quien se dedica a la venta de nieves, comentó que sí ha batallado para recuperarse económicamente, sin embargo, tiene días en que le va muy bien.
“Hay veces que sí me va bien, pero ahora me va más o menos, de repente tengo buenas ventas, es difícil saber cuánto entra, porque es muy variable”.
Mencionó que, como cualquier vendedor, esperaba el regreso a clases, sin embargo, los resultados no han sido los esperados.
“Las ventas no han estado buenas, pero sigo también en las calles viendo el producto, batallándole, pero aun así sigo adelante”.
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Indicó que los estudiantes son buenos consumidores, ya que, cada que salen, acostumbran ir con él para comprar sus nieves, sobre todo en temporada de calor.
Externó que antes de la pandemia, las cosas mu iban nada bien, pero cuando llegó ésta, las ventas seguían en un punto bajo.
