/ sábado 28 de abril de 2018

China y Rusia, gran respaldo de Pyongyang

Las contundentes indicaciones de Putin y Xi Jinping en la ONU impidieron que cohetes intercontinentales con ojivas nucleares danzaran por los aires de la península

PANMUNJOM, Península de Corea.- El cronómetro de la esperanza se activó y hasta provocó el mutis provisional de las provocadoras maniobras Foal Eagle y Key Resolve, entre Washington-Seúl, que inducen cada año a Pyongyang a desenfundar su poderío militar.

De esa manera simbólica la perspectiva de paz comenzó a tomar forma un poco más alla del horizonte.

Moscú y Beijing comienzan a respirar de manera sosegada porque al fin visualizan un atisbo que aleja lo que a fines de 2017 se proyectaba como una inminente guerra en sus límites territoriales.

Al sentarse frente a frente, Kim Jongun y Moon Jae-in, Rusia y China ven alejarse también, una tercera Guerra Mundial, otra gran guerra que les puede afectar sobremanera. Resulta evidente que esa posibilidad es el mayor beneficio para ambas superpotencias.

A partir del diálogo Kim-Moon, Beijing y Moscú deberán redirigir su labor internacional de apaciguadores de fuego o de bomberos del fuego levantado por Washington y Pyongyang.

Rusos y chinos desarrollaban ese trabajo de manera activa y eficiente en su calidad de miembros permanentes y con derecho a veto en el Consejo de Seguridad del organismo mundial.

La historia de la humanidad reconocerá, seguramente, que las contundentes indicaciones de Vladímir Putin y Xi Jinping a sus representantes en ONU impidieron que cohetes intercontinentales con ojivas nucleares danzaran por los aires hacia uno y otro destino en cantidades similares a las de aviones comerciales que circulan sobre esta área geográfica.

Tal vez el trabajo en ONU de Putin y Xi resulta el aporte principal de ambos para Kim salga por segunda vez de su país.

Tras el epílogo de esta cumbre los rusos y chinos seguramente enfilarán sus estrategias diplomáticas en hacer ver a la comunidad internacional, sobre todo a EU que su amigo ¨majadero¨, comienza a aplicar para el levantamiento de las sanciones que se le impusieron.

Igualmente en persuadir a Washington y sus acólitos de que la exigencia del pretendido desarme nuclear de Pyongyang es risible. Sobre todo porque Kim conoce lo sucedido en Libia a Muammar Gadaffi, cuando accedió al desarme voluntario ante golosinas lanzadas en 2003 por George W. Bush y Anthony Blair.

En diciembre de 2017 Rusia fortalecían sus fronteras, reemplazaban sus sistemas interceptores de misiles, se sumaban a sanciones internacionales contra Corea del Norte y regañaban a Pyongyang por sus ensayos nucleares.

Los mandatarios con oficinas en el Kremlin y en Gran Palacio del pueblo, no acostumbran a acciones emotivas cuando de grandes decisiones mundiales se trata, y por tanto, esperarán para opinar a que se siempre el árbol de la paz, epílogo de este encuentro.

Los presidentes de Rusia y de China, expertos estadistas, son conocedores de que aún falta mucho tiempo, tanto como años, para que aquí o en la cumbre Kim – Trump se firme algún documento que sobrepase las buenas intenciones, pero ninguno aún, de políticas duraderas.

Kim, Moon y Trump, en distintos momentos y con argumentos diversos, contundentes o no, tienen experiencias en destrozar acuerdos, lo saben Putin y Xi, por eso sus respectivos sosiegos.

PANMUNJOM, Península de Corea.- El cronómetro de la esperanza se activó y hasta provocó el mutis provisional de las provocadoras maniobras Foal Eagle y Key Resolve, entre Washington-Seúl, que inducen cada año a Pyongyang a desenfundar su poderío militar.

De esa manera simbólica la perspectiva de paz comenzó a tomar forma un poco más alla del horizonte.

Moscú y Beijing comienzan a respirar de manera sosegada porque al fin visualizan un atisbo que aleja lo que a fines de 2017 se proyectaba como una inminente guerra en sus límites territoriales.

Al sentarse frente a frente, Kim Jongun y Moon Jae-in, Rusia y China ven alejarse también, una tercera Guerra Mundial, otra gran guerra que les puede afectar sobremanera. Resulta evidente que esa posibilidad es el mayor beneficio para ambas superpotencias.

A partir del diálogo Kim-Moon, Beijing y Moscú deberán redirigir su labor internacional de apaciguadores de fuego o de bomberos del fuego levantado por Washington y Pyongyang.

Rusos y chinos desarrollaban ese trabajo de manera activa y eficiente en su calidad de miembros permanentes y con derecho a veto en el Consejo de Seguridad del organismo mundial.

La historia de la humanidad reconocerá, seguramente, que las contundentes indicaciones de Vladímir Putin y Xi Jinping a sus representantes en ONU impidieron que cohetes intercontinentales con ojivas nucleares danzaran por los aires hacia uno y otro destino en cantidades similares a las de aviones comerciales que circulan sobre esta área geográfica.

Tal vez el trabajo en ONU de Putin y Xi resulta el aporte principal de ambos para Kim salga por segunda vez de su país.

Tras el epílogo de esta cumbre los rusos y chinos seguramente enfilarán sus estrategias diplomáticas en hacer ver a la comunidad internacional, sobre todo a EU que su amigo ¨majadero¨, comienza a aplicar para el levantamiento de las sanciones que se le impusieron.

Igualmente en persuadir a Washington y sus acólitos de que la exigencia del pretendido desarme nuclear de Pyongyang es risible. Sobre todo porque Kim conoce lo sucedido en Libia a Muammar Gadaffi, cuando accedió al desarme voluntario ante golosinas lanzadas en 2003 por George W. Bush y Anthony Blair.

En diciembre de 2017 Rusia fortalecían sus fronteras, reemplazaban sus sistemas interceptores de misiles, se sumaban a sanciones internacionales contra Corea del Norte y regañaban a Pyongyang por sus ensayos nucleares.

Los mandatarios con oficinas en el Kremlin y en Gran Palacio del pueblo, no acostumbran a acciones emotivas cuando de grandes decisiones mundiales se trata, y por tanto, esperarán para opinar a que se siempre el árbol de la paz, epílogo de este encuentro.

Los presidentes de Rusia y de China, expertos estadistas, son conocedores de que aún falta mucho tiempo, tanto como años, para que aquí o en la cumbre Kim – Trump se firme algún documento que sobrepase las buenas intenciones, pero ninguno aún, de políticas duraderas.

Kim, Moon y Trump, en distintos momentos y con argumentos diversos, contundentes o no, tienen experiencias en destrozar acuerdos, lo saben Putin y Xi, por eso sus respectivos sosiegos.

Policiaca

Catean "deshuesadero" de autos robados en la colonia Aviación

Busca la policía a los ladrones que fueron denunciados por algunos afectados de los robos

Local

Sonora registra crecimiento en exportaciones en la frontera Norte

Aumentó en 3 mil millones de dólares, en comparación con el 2022, resaltó entre los estados fronterizos

Local

¡Confirman nueva edición del Festival del Dátil!

Los gobiernos de México y de Emiratos Árabes Unidos firmaron un acuerdo de entendimiento para desarrollarla

Policiaca

Localizan en Mexicali a presunto homicida local que ya está en el Cereso

La Fiscalía logra prisión preventiva en su contra por los delitos de desaparición forzada de persona y homicidio

Campo

Alfalferos buscan no salir tan perjudicados con los recortes de agua

Roberto Tejeda dijo que la mejor manera en que se puede trabajar para evitar problemas es hacer más eficiente el manejo del vital liquido

Elecciones 2024

Rebecca Ching buscará regresar el Opodre

Busca darle mayor impulso a la promoción económica y tener presencia de nuevo en eventos turísticos