Cambio de semáforo, cuidado
ANUNCIO TRIUNFALISTA… El viernes por la noche se soltaron las campanas al vuelo para dar la noticia de que Sonora, por acuerdo del Consejo Nacional de Salud, pasaba a semáforo verde. Sin duda, un logro que festejar, porque recordar que gracias a las medidas que se tomaron nunca llegamos a semáforo rojo y de ahí se fue transitando hasta llegar a este nuevo nivel. Pero y eso hay que considerarlo, la gente puede mal interpretar este anuncio y considerar que ya hay total apertura y movilidad. Pensar que estamos en riesgo cero. Y en Semana Santa desbordarnos a lo tonto en playas y centros turísticos. Porque una cosa es semáforo verde y otra muy diferente que la pandemia haya terminado.
MEDIDAS ANTERIORES…. Justo antes que se decretara semáforo en verde, el Comité de Salud Estatal había acordado que en playas públicas, malecones, plazas públicas y puntos tradicionales de reunión se tendrá un horario abierto al público de 6:00 a 20:00 horas. Además, se tendrá un límite de 50% en los aforos. No se permitirán expendios y barras de venta de cerveza, tampoco grupos musicales y sistemas de música electrónica móviles y fijos, incluidos los de vehículos particulares. Se supone que no se permitirán fiestas y reuniones sociales en playas y centros de interés turístico, eventos deportivos y amenidades que aglomeren a más de 10 personas. ¿Y ahora, qué sigue? Se mantienen en eso o dan reversa.
PECADO DE CONFIANZA… Viene a complicar el asunto que estamos en plena etapa electoral y muchos alcaldes que buscan reelegirse son capaces de soltar campanas al vuelo y abrir totalmente las medidas de control y protección, como si el virus por disposición oficial haya desaparecido del país. De por sí este fin de semana largo se vio abarrotado de viajeros y vacacionistas, ya se imaginarán en la Semana Mayor. Nos va a valer una pura y dos con sal. Y todo lo logrado se irá al hoyo o al drenaje como quieran. Porque aparecerá la tan temida tercera ola de contagios, que ya se ve en otros países.
RESTRICCIÓN TOTAL… En Italia también andaban celebrando que ya la habían librado y bajaron la guardia. ¿Y qué pasó? Les acaba de pegar durísimo la tercera ola por descuido y relajar las medidas de protección. De nuevo los contagios son por miles. Los hospitales comienzan a abarrotarse al grado que acaban de decretar restricción y confinamiento total para Semana Santa. No se permitirá viajes de una ciudad a otra. Menores de 14 años no podrán andar en las calles. Todo cerrado del Viernes de Pasión al Domingo de Resurrección. En áreas con “código rojo”, cerrado todo durante Semana Santa y Pascua. Y todo esto, por lo mismo que viviremos aquí, la sensación de que la pandemia terminó porque alguien gritó: ¡Semáforo verde, a darle!”, conociéndonos, más vale que llamen de nuevo a las guardias médicas y preparen los hospitales, porque nadie nos va a detener en ir a la bolinga.
CLASES TODAVÍA NO… Lo bueno que la gobernadora Claudia Pavlovich, con los pies en la tierra y sin dejarse llevar por el sonido de las trompetas triunfalistas, fue clara y contundente en cuanto al regreso a clases, que recordar se daría en los estados con semáforo en verde, de que solo se autorizarán clases presenciales una vez que todos los maestros estén debidamente vacunados. De ahí que desde la presidencia de la Conago esté impulsando un programa de vacunación para el magisterio. Sin este requisito, las clases seguirán de manera virtual. Y miren que apenas si hacen bien, porque no podemos exigir a los maestros que estén en primera línea sin que les garanticen su salud, cuando menos.
PATADÓN A FEMINISTAS… Bueno, pues parece que el pasado 8 de marzo las feministas no mostraron suficiente músculo, porque la dirigencia de Morena asegura que el mejor posicionado en la encuesta interna de Guerrero es nada menos que Félix Salgado Macedonio. Con todo y las acusaciones de violación, será impulsado para que gane el estado. Dicho sea de paso, dada la pobreza que hay en esa entidad, los programas sociales del gobierno federal lo van a llevar en hombros hasta las urnas. Ganar no tiene problema, la bronca era pasar la aduana del proceso interno y ya ven, con bendición presidencial todo se puede. Y el movimiento feminista mexicano tendrá que ir a lamerse las heridas de esta derrota social y política.
