En los grupos Al-Anon y Alateen se brinda apoyo a familiares y amigos de los enfermos alcohólicos con el programa de recuperación establecido a nivel internacional, en el cual los asistentes a las sesiones comparten su testimonio y experiencia respecto a la enfermedad del alcoholismo.
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Como parte de los testimonios expuestos por participantes de los grupos Al-Alon, la esposa de un alcohólico destacó: “Llegué a Al-anon como el último recurso antes de separarme de mi esposo, un bebedor con problemas que aparentaba una vida exitosa en los negocios. No nos faltaba el dinero y él era muy respetado en la sociedad. Sin embargo, yo sentía una terrible depresión, tristeza e ira de no poder controlar la bebida de mi esposo; mis sentimientos estaban confundidos, sentía amor y odio por la misma persona. Soy madre de tres hijos, me sentía en una cárcel dorada. Cuando escuché hablar sobre el alcoholismo pensé que se refería a los borrachitos que duermen en la calle: esa era mi negación; después de mucho sufrimiento llegué a mi primera reunión de Al-Anon”.
Agregó: “En las reuniones entendí que yo había sido afectada por el beber de otra persona. También aprendí que mis intentos por ayudar a mi esposo solo impedían que él busque su propia recuperación. Seguí asistiendo a las reuniones y pronto comprendí lo afectada que estaba y que necesitaba recuperarme, sentí que el Dios de mi entendimiento estaba dándome la oportunidad de cambiar las cosas que sí podía cambiar y valor para aceptar el alcoholismo como una enfermedad y no como un vicio o un defecto”.
Además, dentro de su testimonio, la esposa incluyó: “Como semanalmente asistía a las reuniones no intenté controlar a mi esposo en su recuperación. Si lo hubiera hecho, habría fracasado. Gracias a lo que voy aprendiendo ya no interfiero con su vida. Con la ayuda de su Poder Superior y asistiendo a AA (Alcohólicos Anónimos) ha estado sobrio los últimos cuatro años. Debo admitir que no es fácil vivir con un enfermo alcohólico, se encuentre bebiendo o no, pero cada día que pasa yo me siento mejor conmigo misma; la vida en familia empieza a mejorar poco a poco. Para mí, es un milagro.”
Por su parte, un padre de familia expuso: “Antes de llegar a Al-Anon, llevaba una pesada carga de culpabilidad y tristeza. Sufría de los efectos del alcoholismo de mi hijo. Estaba completamente desesperado y no podía encontrar la solución. Lo quería enviar al extranjero a estudiar y a la vez tenía miedo. Sentía que de alguna manera yo era responsable por su problema de alcoholismo. En Al-Anon encontré a personas que me entendían y que compartían sus experiencias y cómo el programa Al-Anon los había ayudado en la solución de sus problemas; eso me dio mucha esperanza en un mañana mejor, nunca más me sentí solo y gracias a mi grupo pude salir adelante.”
UBICACIÓN DE GRUPOS
En esta ciudad, el grupo Alateen “Que empiece por mí”, para niños y jóvenes de 12 a 20 años, sesiona los sábados de 16:00 a 17:30 horas en la avenida Kino entre las calles 7 y 8; mientras que los grupos Al-Anon “Otro Comienzo” se reúne los martes, jueves y sábados, de las 19:00 a las 20:30 horas en la avenida Sonora entre las calles 32 y 33; grupo “Nuevo Día”, los lunes, miércoles y viernes, de las 18:00 a las 19:30 horas en la avenida Kino 7 y 8 y grupo “Nueva vida”, los lunes, miércoles y viernes, de las 22:00 a las 23:30 horas, en la avenida Kino entre las calles 7 y 8.
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