Para Gabriela, de 60 años, el panorama laboral no es fácil, pues a raíz de la pandemia perdió su trabajo como profesora y a la fecha no ha podido encontrar un empleo dentro de su profesión.
Optó por no proporcionar su nombre completo por temor a ser señalada socialmente. Sin embargo, al compartir su historia manifestó que es egresada de la licenciatura en Psicología Clínica con especialidad en Docencia, por ello trabajó impartiendo clases en diferentes colegios educativos, por 25 años, hasta que, en el 2020, la institución educativa en la que laboraba recortó personal y desde entonces no se ha podido colocar en otros colegios.
“Casi desde que inició la pandemia me quedé sin trabajo. Durante todo este tiempo he estado tocando puertas en colegios, pero no me contratan, en primer lugar, por mi edad y en segundo lugar, porque prefieren contratar a jóvenes recién egresados de la universidad para pagarles menos. Me han dicho que estoy sobrecalificada por tantos estudios y preparación profesional que tengo y que no están en posibilidades de ofrecer sueldos altos”.
Gabriela dijo que debido a esta situación, se ha visto obligada a trabajar en empleos ajenos a su profesión, uno de éstos es desempeñándose como cocinera en restaurantes locales.
“Me gusta mucho la cocina, pero también me gusta mucho la docencia. Soy una maestra de vocación, de corazón. Sí, es cierto, tengo 60 años, pero todavía tengo mucho que dar en la docencia, tengo años de experiencia como profesora frente a grupo. Me considero una persona funcional y productiva”, externó.
“En todas las profesiones prefieren contratar a jóvenes que van empezando para pagarles poquito. Esa es una triste realidad porque no toman en cuenta que también las personas mayores podemos hacer con excelencia nuestro trabajo”, agregó.
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Además, refirió que, aunque creció en San Luis Río Colorado, al terminar la preparatoria se fue a estudiar a la universidad en San Luis Potosí, donde permaneció por alrededor de 30 años y hace 11 años regresó a esta frontera. “Tuve que empezar de cero aquí. Me vine sola, mis hijos se quedaron allá. No ha sido fácil salir adelante, pero gracias a Dios estoy bien. Espero pronto poder encontrar un trabajo como profesora, ya que en los últimos tres años he trabajado de cocinera porque tengo que trabajar para pagar la renta, luz y todos los servicios”.
Finalmente, Gabriela compartió su número de celular personal, en caso de que alguna persona interesada en ofrecerle algún empleo desee contactarla: 6531322769.