En esta ciudad no existen centros de rehabilitación en los que se brinde internamiento residencial a los menores de edad que consumen alcohol y otras drogas ilegales.
Lo anterior, ocasiona que cuando los padres de familia tienen hijos con problemas de adicciones, los lleven a otras ciudades o en esta localidad recurren a lugares clandestinos que no están regularizados, poniendo en riesgos al menor.
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El pedagogo con especialidad en tratamiento de adicciones, Arturo Tejeda, consideró de importancia que se abran espacios en los que se otorguen tratamientos residenciales a los adolescentes y también que se trabaje más en materia de prevención de adicciones a través de programas que se impartan en las escuelas.
Es necesario que en estos programas se integre a los papás, con la finalidad de capacitarlos sobre la manera de orientar a sus hijos para evitar que se involucren en el consumo de sustancias nocivas para la salud.
Se ha detectado, dijo, que los menores de edad empiezan a ingerir drogas desde los 13 años de edad, incluso más pequeños, porque en sus casas no les imponen reglas y los padres se muestran demasiado permisivos y tolerantes ante ciertas conductas de sus hijos.
La falta de límites y reglas en casa, influye en que algunos adolescentes empiecen con el consumo de alcohol y otras drogas como la marihuana, a temprana edad, aunado a que en sus familias no se habla de prevención de adicciones.
Arturo Tejeda señaló que a raíz de la pandemia se elevó el número de adolescentes consumidores de drogas ya que algunos desertaron de la escuela y eso los llevó a tener momentos de ociosidad, arrastrándolos a la ingesta y uso de estas sustancias.
Platicó del caso de un joven que al inicio de la crisis sanitaria por Covid-19 estaba estudiando la preparatoria, sin embargo, en el transcurso de este tiempo tomó la decisión de salirse de la escuela. “Como no tenía nada qué hacer, ya no estudiaba, se fue al parque de la esquina y ahí hizo amigos que le ofrecieron drogas y empezó a consumir metanfetaminas y heroína”.
Arturo Tejeda refirió que en el centro de rehabilitación para el cual colabora, ofrece servicios de tratamiento ambulatorio a menores de edad, dirigidos a quienes se inician en el mundo de las adicciones tanto del alcohol como de drogas ilegales.
Reiteró que la causa por la cual los adolescentes “de ahora” ven normal el consumo de alcohol y otras drogas es porque en casa no les ponen límites ni reglas