En aquella expecadora “Disneyland”, ahora 2021 trabaja un cine dentro la “Herradura”, antecediéndole como salas cinematográficas: “ Jorge Negrete”, L’e Fort, “Curto”, “Royal”, “Ríos”, “Maya” y exhibiendo películas mudas en calle Cuauhtémoc: Cine “León”.
Este en “Herradura” pertenece a consorcio nacional; el “Negrete” propiedad familia “Mendoza Alen”; Curto y “Maya” propietaria familia “Curto”; “Royal” de Esquer Peñúñuri, el “Ríos” dueño mismo nombre; cine “León” propietario Epitmenio León; cuando la Obregón solo era un callejoncillo uniendo calles Morelos y Cuauhtémoc, estaba, este cine “León” en 1928, esquina acera Sur terminándose la Obregón. Ahí tenía puerta, frente a casa de Jesús Arenas Llanos y señor Luna, dueño de “La Palma”, ésta era cantina, tienda y expendio cervecero, continuando: Carnicería del “Gúero la India”, casa Carmona, talabartería Ochoa, chicharrones del “Zazás” y panadería “Familia Fuentes”, frente casa de profesora Carmen Cisneros Rizo.
Era rectángular este cine, paredes altas sin techo, los asientos fueron tierra de la bajada, su pantalla pared blanqueada con cal, taquilla y dulcería por la Obregón y desde abajo, dando vuelta en calle primera a Madero, estaba lleno de “casetas” vendiendo comidas y caricias. Era famosa “La Pilareña” de don “Chuy”, siempre luciendo camisa hawaiana; al lado: Casa Durazo. La acera, esquina Norte -Obregón-Morelos- encabezaba concurridísima Fonda “Tío Pepe”, propietaria doña “Chayito” Castro López con multitud de “Abonados”: “Rancheros, Braceros y Oficinistas” a todos fiaba, pagaban hasta cobrar cheques; seguía barbería de Santiago Caréaga; como era muy angosto el callejoncito Obregón las diligencias, carros, troques giraban a derecha en la Morelos, bajando pegados a línea internacional hasta cruzar sobre pangas el río. Durante 1951-52 enderezaron recta Av. Obregón, tumbando esas casas y el cine, cediendo terreno para carretera; pagaron el solar, a precio de gobierno.
En 1954 surge cine “Rios” mismo propietario del cine en “Tecolotes”, ubicado: Callejón Obregón y Cuarta: Paredes de madera, sin techo, con hileras de sillas plegadizas. Fue proyecto inteligente mejorando distribución comercial, trasladando “El Zumbido” desde calle Morelos a Obregón entre 4ª y 6ª, diseñándolo como “Plaza Garibaldi”, en callejón internacional y calle Cuarta, construyeron -a media calle- el salón “Cámara de Comercio”, donde hubo fastuosos eventos sociales de alcurnia: Bodas, quinceañeras y en esquina calle 3ª -como hoy- lució dos pisos, “Tony’s Bar” en planta baja, segundo piso lujoso hotel, “Castillo del Zumbido”, en destellante contraesquina, cruzando la calle Bar Zacatecas, rebuznando en callejón 4ª, cantina “La Burrita”.
Ref.VerOralQuintGuillénCordova
