/ viernes 7 de febrero de 2020

Amat Cucapá | Antes del nombre de San Luis

En su primer bautismo en este territorio cucapah, Eusebio Francisco Kino dio el nombre de San Félix de Valois a la ensenada oriental ribereña al pie de la isleta, donde numerosa población se congregó aquel 19 de noviembre de 1701.

Entrando la era del México Independiente, don Agustín de Iturbide ordenó al padre dominico, Fray Félix Caballero, encontrar una ruta segura de lejos de los hostiles Yumas-Quechan para abastecimiento hasta las misiones californianas.

Caballero viene desde su Misión de Santa Catalina, Baja California y cruzando entre los cucapás ambas playas del Colorado en 1826, alojándose en la ranchería Amat Cucapah, próximo al rancho de doña Juana, emparentada con líder quechan, Salvador Palma, tomando rumbo hacia Jalixcuac (Laguna Prieta) arribando a Arizpe, en aquel entonces capital de Sonora.

Sobre sector curvo, la familia González con parcelas de siembra y corrales con ganado en el Rancho de la Grulla, contagiados por la “Fiebre del Oro” venden sus desmontes, haberes y avíos a Mister Smith, quien buscando en 1847 el escenario de la revelación, encontró aquí “la tierra prometida”.

Como nuevo propietario, llamó a su establecimiento “Hualapai Smith Farm” y hasta aquí convocó a sus hermanos del Batallón Mormón para levantar sobre la Isleta “La Santa Ciudad de Sión”; sin embargo, estando en firma los tratados “Venta de la Mesilla en 1853”, el gobierno de EU les otorgó el territorio de Utah, abandonando el establecimiento, quedando su presencia solo como referencia.

Ante la avalancha migratoria del contagio “Fiebre del Oro”, ahora en Arizona, con intenso tránsito naviero sobre 900 km desde el desemboque del Río Colorado; el gobierno sonorense otorgó a Manuel Escalante y Socios en 1863 escritura sobre los terrenos fronterizos esquinados entre el Colorado y Arizona.

Escalante estableció “La Hacienda Mariposa”, con su casco sobre el paredón (Infonavit Bellavista) con sus campos y casas de trabajadores inmediatamente al norte (Asilo de Ancianos Insen), quedando dentro el Rancho Doña Juana, registrado por el comisionado mexicano, Ing. Jacobo Blanco, en 1870.

Entra al escenario el sonorense, don Guillermo Andrade Félix, quien siendo cónsul mexicano en San Francisco funda la Compañía Mexicana Agrícola Industrial y Colonizadora de los Terrenos del Colorado, acumulando casi medio millón de hectáreas deltaicas, hoy valles de San Luis y Mexicali, con fracciones de San Felipe y Puerto Peñasco, dándole el nombre de colonia Lerdo y su cabecera fue Ciudad Lerdo, fundada en 1872 sobre la Mesa de Andrade, hoy entre el triángulo Riíto, Mesa Rica y Luis Encinas Johnson.

Fracasa la colonia con su proyecto en la industrialización del cáñamo silvestre, don Guillermo vende las tierras a la Colorado River Company conservando las tierras las tierras de Sonora, levantando cultivos en Rancho Andrade, abarcando su extensión su extensión, desde el Río Colorado a la calle Cuauhtémoc, ahí nació San Luís en 1907.

En su primer bautismo en este territorio cucapah, Eusebio Francisco Kino dio el nombre de San Félix de Valois a la ensenada oriental ribereña al pie de la isleta, donde numerosa población se congregó aquel 19 de noviembre de 1701.

Entrando la era del México Independiente, don Agustín de Iturbide ordenó al padre dominico, Fray Félix Caballero, encontrar una ruta segura de lejos de los hostiles Yumas-Quechan para abastecimiento hasta las misiones californianas.

Caballero viene desde su Misión de Santa Catalina, Baja California y cruzando entre los cucapás ambas playas del Colorado en 1826, alojándose en la ranchería Amat Cucapah, próximo al rancho de doña Juana, emparentada con líder quechan, Salvador Palma, tomando rumbo hacia Jalixcuac (Laguna Prieta) arribando a Arizpe, en aquel entonces capital de Sonora.

Sobre sector curvo, la familia González con parcelas de siembra y corrales con ganado en el Rancho de la Grulla, contagiados por la “Fiebre del Oro” venden sus desmontes, haberes y avíos a Mister Smith, quien buscando en 1847 el escenario de la revelación, encontró aquí “la tierra prometida”.

Como nuevo propietario, llamó a su establecimiento “Hualapai Smith Farm” y hasta aquí convocó a sus hermanos del Batallón Mormón para levantar sobre la Isleta “La Santa Ciudad de Sión”; sin embargo, estando en firma los tratados “Venta de la Mesilla en 1853”, el gobierno de EU les otorgó el territorio de Utah, abandonando el establecimiento, quedando su presencia solo como referencia.

Ante la avalancha migratoria del contagio “Fiebre del Oro”, ahora en Arizona, con intenso tránsito naviero sobre 900 km desde el desemboque del Río Colorado; el gobierno sonorense otorgó a Manuel Escalante y Socios en 1863 escritura sobre los terrenos fronterizos esquinados entre el Colorado y Arizona.

Escalante estableció “La Hacienda Mariposa”, con su casco sobre el paredón (Infonavit Bellavista) con sus campos y casas de trabajadores inmediatamente al norte (Asilo de Ancianos Insen), quedando dentro el Rancho Doña Juana, registrado por el comisionado mexicano, Ing. Jacobo Blanco, en 1870.

Entra al escenario el sonorense, don Guillermo Andrade Félix, quien siendo cónsul mexicano en San Francisco funda la Compañía Mexicana Agrícola Industrial y Colonizadora de los Terrenos del Colorado, acumulando casi medio millón de hectáreas deltaicas, hoy valles de San Luis y Mexicali, con fracciones de San Felipe y Puerto Peñasco, dándole el nombre de colonia Lerdo y su cabecera fue Ciudad Lerdo, fundada en 1872 sobre la Mesa de Andrade, hoy entre el triángulo Riíto, Mesa Rica y Luis Encinas Johnson.

Fracasa la colonia con su proyecto en la industrialización del cáñamo silvestre, don Guillermo vende las tierras a la Colorado River Company conservando las tierras las tierras de Sonora, levantando cultivos en Rancho Andrade, abarcando su extensión su extensión, desde el Río Colorado a la calle Cuauhtémoc, ahí nació San Luís en 1907.