/ viernes 8 de octubre de 2021

AMAT CUCAPAH

Dios Sol en Pataya


Siendo dos de la mañana, Rodrigo de Triana grita: “¡Tierra a la vista!” frente a isla bautizada como: “San Salvador”, según diario de Cristóbal Colón: Octubre 12, 1492; realizándose encuentro español con un nuevo mundo.

Cuarenta y ocho años después, a media mañana del viernes 23 de agosto de 1540, sucede sobre el río Colorado: Encuentro Español-Cucapah, a 35 km del Mar de Cortés. Ésta era expedición enviada por el virrey Antonio de Mendoza para conquistar las Ciudades del Cíbola y Quivira, con dos frentes: Hernando de Alarcón jefaturaba contingente marítimo llevando alimentos para Francisco Vázquez de Coronado, quien conducía derrotero terrestre. Cuando los Cucapah vieron lanchas del grupo de Alarcón, le marcaron raya sobre tierra y línea estacada al río, indicándoles amenazadoramente que no traspasaran -“so pena”- iniciar el ataque. Alarcón invita al grupo arrojar sus propias armas -como señas claramente pacíficas- logró que los nativos bajaran las armas, e inesperadamente un joven Cucapah brincó al río llevando unas conchas sobre una larga rama. Alarcón le invitó aproximarse, le abraza cambiando las conchas por cuentas y otras bagatelas, iniciando “trueque”: Objetos brillantes por pan de mezquite, intensificando diálogo con señas, mejora la confianza.

Más a la pregunta ¿De dónde vienen? ¿Quiénes son? Alarcón responde: “Venimos del Sol, Yo soy hijo del Sol”. Ante tal afirmación, los Cucapah se tornan más colaborativos porque es al Sol a quien tienen mayor estima y reverencia, es su Dios en este territorio Pataya, cuenca del río Colorado. Ayudado por estos naturales, sube 85 leguas (410.38 km) contra corriente el río, sus intérpretes nahuas, zapotecas y mayas preguntan gritando: ¿Cómo se llama aquí? ¿Quién es el gobernador? ¿Tienen oro? ¿Dónde es Cíbola?; cuando finalmente en las aldeas Quechán responden al idioma de los intérpretes, dicen tener intercambio en comercio, información y alianzas con las gentes del Cíbola.

En septiembre 3, estando entre Quechán, los intérpretes enteran a Alarcón que gente con apariencia igual estaban en Cíbola diciendo ser cristianos, usando caballos, tiros de fuego y espadas hacian atroces matanzas a aquellos pueblos; son informados ser asesinado Estebanico, negro en avanzada junto a Fray Marcos de Niza; descubriendo que no son hijos del Dios Sol, por ello planearon matarles en embocada; Alarcón al pie de un árbol deja cartas, señal para Coronado y como navegó dieciséis días contracorriente, en dos días y medio retornó a la bocana del Colorado, retomando sus galeones regresa a Colima, Nueva España.

Ref: libro Puerto Isabel.



federicoiglesias50@gmail.com


Dios Sol en Pataya


Siendo dos de la mañana, Rodrigo de Triana grita: “¡Tierra a la vista!” frente a isla bautizada como: “San Salvador”, según diario de Cristóbal Colón: Octubre 12, 1492; realizándose encuentro español con un nuevo mundo.

Cuarenta y ocho años después, a media mañana del viernes 23 de agosto de 1540, sucede sobre el río Colorado: Encuentro Español-Cucapah, a 35 km del Mar de Cortés. Ésta era expedición enviada por el virrey Antonio de Mendoza para conquistar las Ciudades del Cíbola y Quivira, con dos frentes: Hernando de Alarcón jefaturaba contingente marítimo llevando alimentos para Francisco Vázquez de Coronado, quien conducía derrotero terrestre. Cuando los Cucapah vieron lanchas del grupo de Alarcón, le marcaron raya sobre tierra y línea estacada al río, indicándoles amenazadoramente que no traspasaran -“so pena”- iniciar el ataque. Alarcón invita al grupo arrojar sus propias armas -como señas claramente pacíficas- logró que los nativos bajaran las armas, e inesperadamente un joven Cucapah brincó al río llevando unas conchas sobre una larga rama. Alarcón le invitó aproximarse, le abraza cambiando las conchas por cuentas y otras bagatelas, iniciando “trueque”: Objetos brillantes por pan de mezquite, intensificando diálogo con señas, mejora la confianza.

Más a la pregunta ¿De dónde vienen? ¿Quiénes son? Alarcón responde: “Venimos del Sol, Yo soy hijo del Sol”. Ante tal afirmación, los Cucapah se tornan más colaborativos porque es al Sol a quien tienen mayor estima y reverencia, es su Dios en este territorio Pataya, cuenca del río Colorado. Ayudado por estos naturales, sube 85 leguas (410.38 km) contra corriente el río, sus intérpretes nahuas, zapotecas y mayas preguntan gritando: ¿Cómo se llama aquí? ¿Quién es el gobernador? ¿Tienen oro? ¿Dónde es Cíbola?; cuando finalmente en las aldeas Quechán responden al idioma de los intérpretes, dicen tener intercambio en comercio, información y alianzas con las gentes del Cíbola.

En septiembre 3, estando entre Quechán, los intérpretes enteran a Alarcón que gente con apariencia igual estaban en Cíbola diciendo ser cristianos, usando caballos, tiros de fuego y espadas hacian atroces matanzas a aquellos pueblos; son informados ser asesinado Estebanico, negro en avanzada junto a Fray Marcos de Niza; descubriendo que no son hijos del Dios Sol, por ello planearon matarles en embocada; Alarcón al pie de un árbol deja cartas, señal para Coronado y como navegó dieciséis días contracorriente, en dos días y medio retornó a la bocana del Colorado, retomando sus galeones regresa a Colima, Nueva España.

Ref: libro Puerto Isabel.



federicoiglesias50@gmail.com