/ viernes 15 de octubre de 2021

AMAT CUCAPAH

Sanguinario en Delta del Colorado


Trasciende 2021, recordando 500 años al sucumbir la Gran Tenochtitlán; observamos actitud humilde y soberbia en pedir perdón a naciones originales por agravios en la Conquista. El papa Francisco pidió perdón.

Carga sangrienta traía Juan de Oñate, cuando vino -entre 1604 y 1605- buscando guarida de piratas al desemboque del río Colorado; pasando por territorio Yuma-Quechán deja en resguardo algunos caballos; continuando hurgó la bocana en Mar de Cortés, a proximidades el P. Francisco Escobar celebró solemnemente la primer misa cantada en la región: Enero 25, 1605. Retorna por los caballos, pero los Quechán se los habían comido. Oñate aceptó sin importancia, “andaba dócil” acusado: Exceso de fuerza contra gente de Acoma. Este Pueblo de Nación Keres vivía sobre una mesa montañosa, “Hakuykya”, Pueblo Cielo; conocía brutalidades de esos “monstruos barbados a caballo, armas de fuego”. Juan de Zaldívar -sobrino de Juan de Oñate- llega a Acoma con 36 hombres; el cacique y líder Zutacapan les recibe: Diciembre 4, 1598; suben a la ciudad 16 soldados quedando resto al cuidado de caballos; Zaldívar exige alimentos y refugio para su tropa, al negarles rompió muros saqueando maíz y mantas. Acoma resistió, muriendo Zaldívar y 11 más asesinados, cuatro saltaron desde 40 metros sobreviviendo.

Siendo así, Oñate temiendo alzamiento general decidió escarmentarlos, ordenó a Vicente Zaldívar -hermano de Juan, fallecido- atacar trepando la montaña, estratégicamente silencioso, situándose en promontorio más alto que la ciudad con armaduras, arcabuces, mosqueteros y un “lanza pedrero” destruyó casas, incendiándolas sobre las familias, fue encarnizado combate con 70 soldados, sobre ciudad estimada con mil guerreros y cuatro mil habitantes, murieron 500 hombres, con 300 mujeres y niños en batalla. Los sobrevivientes sufrieron represalias: A todo hombre mayor de veinticinco años le cortaron el pie derecho; niños, jóvenes y mujeres mayores de 12 años fueron sometidos a veinte años de esclavitud; sesenta mujeres declaradas inocentes, fueron servidumbre distribuidas a misiones y residencias en Ciudad de México. A dos indios Hopi cortaron una mano, liberados para difundir el poder de España.

Pero como la soldadesca jamás ganó riquezas prometidas por Oñate, provocó amotinamientos, deserciones y disgustos; con esa problemática vino al bajo Colorado, tolerando que los Yumas hayan comido sus caballos. Cuando el rey Felipe II supo los castigos, desterró a Oñate de Nuevo México; pero la matanza en Acoma es una de las más sangrientas en América: enero 21 al 24 de 1599. Relató Gaspar Pérez de Villagrá.

  1. Ref."Oñate, J. de" . OfHisNvoMéx. P.Isabel. Federicoiglesias50@gmail.com

Sanguinario en Delta del Colorado


Trasciende 2021, recordando 500 años al sucumbir la Gran Tenochtitlán; observamos actitud humilde y soberbia en pedir perdón a naciones originales por agravios en la Conquista. El papa Francisco pidió perdón.

Carga sangrienta traía Juan de Oñate, cuando vino -entre 1604 y 1605- buscando guarida de piratas al desemboque del río Colorado; pasando por territorio Yuma-Quechán deja en resguardo algunos caballos; continuando hurgó la bocana en Mar de Cortés, a proximidades el P. Francisco Escobar celebró solemnemente la primer misa cantada en la región: Enero 25, 1605. Retorna por los caballos, pero los Quechán se los habían comido. Oñate aceptó sin importancia, “andaba dócil” acusado: Exceso de fuerza contra gente de Acoma. Este Pueblo de Nación Keres vivía sobre una mesa montañosa, “Hakuykya”, Pueblo Cielo; conocía brutalidades de esos “monstruos barbados a caballo, armas de fuego”. Juan de Zaldívar -sobrino de Juan de Oñate- llega a Acoma con 36 hombres; el cacique y líder Zutacapan les recibe: Diciembre 4, 1598; suben a la ciudad 16 soldados quedando resto al cuidado de caballos; Zaldívar exige alimentos y refugio para su tropa, al negarles rompió muros saqueando maíz y mantas. Acoma resistió, muriendo Zaldívar y 11 más asesinados, cuatro saltaron desde 40 metros sobreviviendo.

Siendo así, Oñate temiendo alzamiento general decidió escarmentarlos, ordenó a Vicente Zaldívar -hermano de Juan, fallecido- atacar trepando la montaña, estratégicamente silencioso, situándose en promontorio más alto que la ciudad con armaduras, arcabuces, mosqueteros y un “lanza pedrero” destruyó casas, incendiándolas sobre las familias, fue encarnizado combate con 70 soldados, sobre ciudad estimada con mil guerreros y cuatro mil habitantes, murieron 500 hombres, con 300 mujeres y niños en batalla. Los sobrevivientes sufrieron represalias: A todo hombre mayor de veinticinco años le cortaron el pie derecho; niños, jóvenes y mujeres mayores de 12 años fueron sometidos a veinte años de esclavitud; sesenta mujeres declaradas inocentes, fueron servidumbre distribuidas a misiones y residencias en Ciudad de México. A dos indios Hopi cortaron una mano, liberados para difundir el poder de España.

Pero como la soldadesca jamás ganó riquezas prometidas por Oñate, provocó amotinamientos, deserciones y disgustos; con esa problemática vino al bajo Colorado, tolerando que los Yumas hayan comido sus caballos. Cuando el rey Felipe II supo los castigos, desterró a Oñate de Nuevo México; pero la matanza en Acoma es una de las más sangrientas en América: enero 21 al 24 de 1599. Relató Gaspar Pérez de Villagrá.

  1. Ref."Oñate, J. de" . OfHisNvoMéx. P.Isabel. Federicoiglesias50@gmail.com