/ jueves 20 de mayo de 2021

Con un compromiso de “a de veras”, reactivaremos y consolidaremos las políticas de seguridad pública

Sin duda, uno de los principales problemas que aquejan a nuestras familias, en todo el estado, es la situación tan difícil en materia de seguridad pública.

Lo he dicho en muchas ocasiones, y lo sostengo: este tema se atiende con valor, con compromiso frontal y con la tenacidad que es el reflejo del interés y prioridad que los gobiernos de todos los niveles estamos obligados a ejercer.

Mi gobierno será así: frontal, con decisión y desde luego, con el compromiso de no dejar tirada la responsabilidad que implica sentar las bases de un Sonora de largo plazo, confiable, seguro y desde luego armónico.

Sabemos que no es un tema sencillo ni fácil de abordar, ya que contempla muchos factores alrededor, pero estoy seguro que por algo se empieza: acuerdos y desarrollo de políticas locales a problemas –también- locales y no impuestos desde los escritorios llenos de hojas y gráficas madrugadoras, mientras en las calles se sigue sufriendo el miedo y el acoso.

Por lo anterior, mi gobierno no dejará de lado los principales elementos para políticas eficientes:

- Prevención

- Profesionalización de los cuerpos de seguridad pública

- Transparencia en la priorización y el uso de los recursos

- Cero impunidad

- Cero corrupción

- Visión global e integradora a los problemas locales

- La muy necesaria y prioritaria atención en equidad de género

- Respeto al estado de derecho, con énfasis en los derechos humanos de todos los sonorenses.

Estoy consciente que esfuerzos van y vienen con el paso de los años; también que la misma sociedad ha cambiado las prioridades, sobre todo, en estos tiempos de pandemia en los que nos hemos enfocado en la salud y la economía.

Pero también es verdad que ahí, en la calle, siguen pasando situaciones que no podemos tapar con trabajo burocrático y escenarios a modo: mujeres víctimas de violencia, y la peor de todas, la intrafamiliar; robos a negocios y escuelas; tráfico de drogas en todas sus variantes; trata de personas; extorsiones cada vez más sofisticadas; privación de la libertad y secuestros; acoso y violencia sexual a mujeres y nuestros niños y niñas.

He escuchado y sufrido con las familias de Caborca, Guaymas, Empalme, Cajeme, Hermosillo, Bavispe y la sierra, Magdalena, Cucurpe y la zona fronteriza. Sus historias las he hecho mías, las escucho con atención y la empatía que me permite la confianza que me han otorgado.

Pero no podemos olvidar que, a la vez, nos olvidaron quienes debieron protegernos e hicieron lo contrario: recortes brutales en los presupuestos federales, eliminación de programas sociales en pro de la prevención y sobre todo, la falta de compromisos y acuerdos efectivos que resulten en la tranquilidad de los sonorenses.

Nunca habrá presupuesto suficiente, lo tengo claro. Pero también tengo clara la experiencia que vivimos en Hermosillo, así como los análisis jurídicos y legislativos en el Senado de la República: apostar a un presupuesto sano, equilibrado, transparente y desde luego eficiente nos va a dar el rumbo que necesitamos para atender este gran desafío.

Las ciencias policiales han avanzado mucho y rápidamente, reconocemos que los esfuerzos técnicos de los últimos años en Sonora han sido importantes pero no suficientes: la aplicación de las técnicas de criminalística y criminología de vanguardia son fundamentales; el trabajo de investigación de nuestras policías también deben verse fortalecidas con mejores condiciones y sobre todo, el aporte a la procuración de justicia hacia la Fiscalía General de Justicia del Estado debe ser imparcial, eficiente, transparente y sin duda, comprometido.

En éste y muchos temas me han preguntado los “cómo”. ¿Cómo le vamos a hacer en mi gobierno? Y lo tengo claro: la priorización de acciones públicas, con la mirada y acompañamiento de profesionales y expertos en la materia, con énfasis medular en la observancia de los Derechos Humanos de todas las personas; la priorización presupuestal del objeto de gasto y las partidas correspondientes a seguridad; el apoyo, dentro del marco legal, a los municipios y sus corporaciones, así como el acompañamiento social a nuestros elementos de las policías estatales.

No puedo dejar de lado el combate a la corrupción y éste es un tema en el que hay que entrarle todos, parejo. Nuestras comunidades ya no resisten los embates de este mal social que ha lastimado a nuestras familias y al igual que la impunidad, ya no tienen cabida en mi gobierno.

Un estado seguro, transparente y honesto, llevará la marca de la casa: Una Sonora Ganadora.

Sin duda, uno de los principales problemas que aquejan a nuestras familias, en todo el estado, es la situación tan difícil en materia de seguridad pública.

Lo he dicho en muchas ocasiones, y lo sostengo: este tema se atiende con valor, con compromiso frontal y con la tenacidad que es el reflejo del interés y prioridad que los gobiernos de todos los niveles estamos obligados a ejercer.

Mi gobierno será así: frontal, con decisión y desde luego, con el compromiso de no dejar tirada la responsabilidad que implica sentar las bases de un Sonora de largo plazo, confiable, seguro y desde luego armónico.

Sabemos que no es un tema sencillo ni fácil de abordar, ya que contempla muchos factores alrededor, pero estoy seguro que por algo se empieza: acuerdos y desarrollo de políticas locales a problemas –también- locales y no impuestos desde los escritorios llenos de hojas y gráficas madrugadoras, mientras en las calles se sigue sufriendo el miedo y el acoso.

Por lo anterior, mi gobierno no dejará de lado los principales elementos para políticas eficientes:

- Prevención

- Profesionalización de los cuerpos de seguridad pública

- Transparencia en la priorización y el uso de los recursos

- Cero impunidad

- Cero corrupción

- Visión global e integradora a los problemas locales

- La muy necesaria y prioritaria atención en equidad de género

- Respeto al estado de derecho, con énfasis en los derechos humanos de todos los sonorenses.

Estoy consciente que esfuerzos van y vienen con el paso de los años; también que la misma sociedad ha cambiado las prioridades, sobre todo, en estos tiempos de pandemia en los que nos hemos enfocado en la salud y la economía.

Pero también es verdad que ahí, en la calle, siguen pasando situaciones que no podemos tapar con trabajo burocrático y escenarios a modo: mujeres víctimas de violencia, y la peor de todas, la intrafamiliar; robos a negocios y escuelas; tráfico de drogas en todas sus variantes; trata de personas; extorsiones cada vez más sofisticadas; privación de la libertad y secuestros; acoso y violencia sexual a mujeres y nuestros niños y niñas.

He escuchado y sufrido con las familias de Caborca, Guaymas, Empalme, Cajeme, Hermosillo, Bavispe y la sierra, Magdalena, Cucurpe y la zona fronteriza. Sus historias las he hecho mías, las escucho con atención y la empatía que me permite la confianza que me han otorgado.

Pero no podemos olvidar que, a la vez, nos olvidaron quienes debieron protegernos e hicieron lo contrario: recortes brutales en los presupuestos federales, eliminación de programas sociales en pro de la prevención y sobre todo, la falta de compromisos y acuerdos efectivos que resulten en la tranquilidad de los sonorenses.

Nunca habrá presupuesto suficiente, lo tengo claro. Pero también tengo clara la experiencia que vivimos en Hermosillo, así como los análisis jurídicos y legislativos en el Senado de la República: apostar a un presupuesto sano, equilibrado, transparente y desde luego eficiente nos va a dar el rumbo que necesitamos para atender este gran desafío.

Las ciencias policiales han avanzado mucho y rápidamente, reconocemos que los esfuerzos técnicos de los últimos años en Sonora han sido importantes pero no suficientes: la aplicación de las técnicas de criminalística y criminología de vanguardia son fundamentales; el trabajo de investigación de nuestras policías también deben verse fortalecidas con mejores condiciones y sobre todo, el aporte a la procuración de justicia hacia la Fiscalía General de Justicia del Estado debe ser imparcial, eficiente, transparente y sin duda, comprometido.

En éste y muchos temas me han preguntado los “cómo”. ¿Cómo le vamos a hacer en mi gobierno? Y lo tengo claro: la priorización de acciones públicas, con la mirada y acompañamiento de profesionales y expertos en la materia, con énfasis medular en la observancia de los Derechos Humanos de todas las personas; la priorización presupuestal del objeto de gasto y las partidas correspondientes a seguridad; el apoyo, dentro del marco legal, a los municipios y sus corporaciones, así como el acompañamiento social a nuestros elementos de las policías estatales.

No puedo dejar de lado el combate a la corrupción y éste es un tema en el que hay que entrarle todos, parejo. Nuestras comunidades ya no resisten los embates de este mal social que ha lastimado a nuestras familias y al igual que la impunidad, ya no tienen cabida en mi gobierno.

Un estado seguro, transparente y honesto, llevará la marca de la casa: Una Sonora Ganadora.