/ sábado 2 de enero de 2021

Adiós 2020, adiós

YA TERMINÓ… Nos tocó brindar por un año que sin duda, como diría el Brindis del Bohemio, amargura dejó en todos los pechos. Salvo para los que la pandemia “les cayó como anillo al dedo”, para el resto de los mexicanos, fue un Annus Horribilis. Para las familias de los más de 124 mil muertos y los millones contagiados. Para los que perdieron empleo o vieron ir a la quiebra sus negocios. Para los que se tuvieron que “rascar con sus uñas”, mientras programas y obras públicas inútiles y faraónicas recibían miles de millones de pesos. Para un personal hospitalario harto y cansado de ver que su sacrificio se iba al caño por la negligencia de autoridades y el importamadrismo de la gente. Para esos, lo del anillo fue una verdadera mentada.


EL AÑO DE LA SIMULACIÓN… También, desde este viernes comenzó el nuevo año. Que será año electoral y por lo mismo el año de la simulación, de las promesas, de los absurdos, de las campañas sucias, de las guerras mediáticas y los linchamientos sociales. El famoso túnel con la luz al fondo, en realidad no es la luz del día, sino un tren que viene en sentido contrario. En el terreno de gobierno y político hay poco que esperar, porque muchos sectores quedarán en el desamparo, porque todo se usará con fines electorales. ¿Quieres apoyo?, dame tu voto, será la consigna. Como dirían por ahí, en este futuro gris tirando a negro, todavía hay esperanza.


UNA NUEVA SOCIEDAD… Con todo lo que vemos y esperamos, sin embargo hay que reconocer que hay esperanza. Ante estas crisis estamos recibiendo una verdadera vacuna social. Como población a muchos la catástrofe no sólo los ha golpeado fuerte, sino que por otro lado los ha fortalecido. Les está abriendo los ojos y los oídos. La sociedad civil está en un nuevo despertar, que no será tan fácil engañar como en el 2018. Ahora los partidos políticos están obligados a presentar propuestas serias y no absurdas promesas. Candidatos que realmente estén preparados para gobernar y legislar y no sólo comparsas de los gobiernos en turno. Porque el próximo año tendremos que escoger entre tener un país fuerte, equilibrado, con rumbo y contrapesos. O escoger en convertirnos en una Venezuela, en donde la población compró las sogas con las que los han estado ahorcando.


LAS CUENTAS DE LÓPEZ-GATELL… De la que no nos salvaremos el año entrante serán de los cuentos y las cuentas de Hugo López-Gatell, que ni cuenta se da lo que dice. La última maravilla que salió de la ranura que tiene debajo de la nariz fue que el gobierno podrá administrar la aplicación de 6 mil a 8 mil vacunas diarias. Seguro que nadie le hizo las cuentas bien. Porque considerando solo 100 millones de mexicanos con dos vacunas, esto representa 200 millones de vacunaciones. Al ritmo anunciado, estamos hablando que para vacunar a todo el país se requieren más de 68 años. Pero claro, algo se le ocurrirá para decir que no dijo lo que dijo, cuando sí dijo lo que dijo. Y además que se quedó grabado en las redes.


SEGUIRÁN LAS BAJAS… Otro tema, tan de alto impacto como la pandemia, será sin duda la seguridad pública. Por el momento no se aprecia cómo se puede contener la ola de violencia en el país si la insistencia presidencial es contestar los balazos con abrazos y con ello dejarle el campo libre a los grupos criminales. Puesta la esperanza en la Guardia Nacional, nada podrá hacer si la siguen mandando a la guerra con camisas de fuerza y freno de mano. Otra cosa será si en realidad les dan carta abierta para que pongan orden, tranquilidad y paz. Eso es lo que estamos esperando y solamente se logrará si Palacio Nacional toma conciencia real de la situación y no pretende ignorar las estadísticas que siempre acomoda a su modo.


MAL EMPIEZA LA SEMANA… O el año. Primero porque desde ayer subió todo por el aumento del impuesto especial a la gasolina, bebidas alcohólicas, refrescos y cigarros. Bueno, de hecho los aumentos en forma desmedida ya se están presentando en el cierre del año y si no creen esto, solo es cosa de ir a una ferretería para ver cómo aumentaron los materiales de construcción. El aumento a combustibles, totalmente disfrazado, porque no subirá el precio del combustible, sino será “un ajuste fiscal”, como decían antes, provocará también que suban costos y con ello los precios. Sumen a esto el aumento al salario mínimo que se vincula al resto de la escala salarial. Por eso antes se tenía el tino de subirlo en 5% directo al salario y el resto, el 10 o 15% no era vinculatorio para aplicarlo a los demás salarios y prestaciones. Pero bueno, no queda otra que celebrar mordiéndonos una oreja.


A CELEBRAR SE HA DICHO… Bueno, luego de una columna taaaannn optimista, mejor hay que hacerle a la mexicana, cerrar ojos y oídos y prepararnos para celebrar la llegada de 2021, que dicen que se escribirá con C de canijo. Ah y una buena idea que vimos en redes. En lugar de estrenar chones de colores o alguna prenda, la sugerencia es que mejor usemos cubrebocas de colores. ¿Cómo la ven?, buena idea, ¿verdad? Hay rituales que se pueden hacer en casa como las maletas, barrer lentejas hacia afuera, las uvas y prender velas. Pero las de irnos de panchaga grande eso nomás nones. No olviden que los hospitales están a punto de saturación y puede ser difícil que encuentren donde los atiendan si se contagian.


En fin, amigos. Miren lo mejor es meterle ganas, optimismo, voluntad y oración para tener un año con ventanas de oportunidades. Recordando que las oportunidades tienen fecha de caducidad. Y como dijo “El Lencho” León: “El que por su gusto es güey, se va de fiesta”. ¡Feliz año a todos! Sale.

YA TERMINÓ… Nos tocó brindar por un año que sin duda, como diría el Brindis del Bohemio, amargura dejó en todos los pechos. Salvo para los que la pandemia “les cayó como anillo al dedo”, para el resto de los mexicanos, fue un Annus Horribilis. Para las familias de los más de 124 mil muertos y los millones contagiados. Para los que perdieron empleo o vieron ir a la quiebra sus negocios. Para los que se tuvieron que “rascar con sus uñas”, mientras programas y obras públicas inútiles y faraónicas recibían miles de millones de pesos. Para un personal hospitalario harto y cansado de ver que su sacrificio se iba al caño por la negligencia de autoridades y el importamadrismo de la gente. Para esos, lo del anillo fue una verdadera mentada.


EL AÑO DE LA SIMULACIÓN… También, desde este viernes comenzó el nuevo año. Que será año electoral y por lo mismo el año de la simulación, de las promesas, de los absurdos, de las campañas sucias, de las guerras mediáticas y los linchamientos sociales. El famoso túnel con la luz al fondo, en realidad no es la luz del día, sino un tren que viene en sentido contrario. En el terreno de gobierno y político hay poco que esperar, porque muchos sectores quedarán en el desamparo, porque todo se usará con fines electorales. ¿Quieres apoyo?, dame tu voto, será la consigna. Como dirían por ahí, en este futuro gris tirando a negro, todavía hay esperanza.


UNA NUEVA SOCIEDAD… Con todo lo que vemos y esperamos, sin embargo hay que reconocer que hay esperanza. Ante estas crisis estamos recibiendo una verdadera vacuna social. Como población a muchos la catástrofe no sólo los ha golpeado fuerte, sino que por otro lado los ha fortalecido. Les está abriendo los ojos y los oídos. La sociedad civil está en un nuevo despertar, que no será tan fácil engañar como en el 2018. Ahora los partidos políticos están obligados a presentar propuestas serias y no absurdas promesas. Candidatos que realmente estén preparados para gobernar y legislar y no sólo comparsas de los gobiernos en turno. Porque el próximo año tendremos que escoger entre tener un país fuerte, equilibrado, con rumbo y contrapesos. O escoger en convertirnos en una Venezuela, en donde la población compró las sogas con las que los han estado ahorcando.


LAS CUENTAS DE LÓPEZ-GATELL… De la que no nos salvaremos el año entrante serán de los cuentos y las cuentas de Hugo López-Gatell, que ni cuenta se da lo que dice. La última maravilla que salió de la ranura que tiene debajo de la nariz fue que el gobierno podrá administrar la aplicación de 6 mil a 8 mil vacunas diarias. Seguro que nadie le hizo las cuentas bien. Porque considerando solo 100 millones de mexicanos con dos vacunas, esto representa 200 millones de vacunaciones. Al ritmo anunciado, estamos hablando que para vacunar a todo el país se requieren más de 68 años. Pero claro, algo se le ocurrirá para decir que no dijo lo que dijo, cuando sí dijo lo que dijo. Y además que se quedó grabado en las redes.


SEGUIRÁN LAS BAJAS… Otro tema, tan de alto impacto como la pandemia, será sin duda la seguridad pública. Por el momento no se aprecia cómo se puede contener la ola de violencia en el país si la insistencia presidencial es contestar los balazos con abrazos y con ello dejarle el campo libre a los grupos criminales. Puesta la esperanza en la Guardia Nacional, nada podrá hacer si la siguen mandando a la guerra con camisas de fuerza y freno de mano. Otra cosa será si en realidad les dan carta abierta para que pongan orden, tranquilidad y paz. Eso es lo que estamos esperando y solamente se logrará si Palacio Nacional toma conciencia real de la situación y no pretende ignorar las estadísticas que siempre acomoda a su modo.


MAL EMPIEZA LA SEMANA… O el año. Primero porque desde ayer subió todo por el aumento del impuesto especial a la gasolina, bebidas alcohólicas, refrescos y cigarros. Bueno, de hecho los aumentos en forma desmedida ya se están presentando en el cierre del año y si no creen esto, solo es cosa de ir a una ferretería para ver cómo aumentaron los materiales de construcción. El aumento a combustibles, totalmente disfrazado, porque no subirá el precio del combustible, sino será “un ajuste fiscal”, como decían antes, provocará también que suban costos y con ello los precios. Sumen a esto el aumento al salario mínimo que se vincula al resto de la escala salarial. Por eso antes se tenía el tino de subirlo en 5% directo al salario y el resto, el 10 o 15% no era vinculatorio para aplicarlo a los demás salarios y prestaciones. Pero bueno, no queda otra que celebrar mordiéndonos una oreja.


A CELEBRAR SE HA DICHO… Bueno, luego de una columna taaaannn optimista, mejor hay que hacerle a la mexicana, cerrar ojos y oídos y prepararnos para celebrar la llegada de 2021, que dicen que se escribirá con C de canijo. Ah y una buena idea que vimos en redes. En lugar de estrenar chones de colores o alguna prenda, la sugerencia es que mejor usemos cubrebocas de colores. ¿Cómo la ven?, buena idea, ¿verdad? Hay rituales que se pueden hacer en casa como las maletas, barrer lentejas hacia afuera, las uvas y prender velas. Pero las de irnos de panchaga grande eso nomás nones. No olviden que los hospitales están a punto de saturación y puede ser difícil que encuentren donde los atiendan si se contagian.


En fin, amigos. Miren lo mejor es meterle ganas, optimismo, voluntad y oración para tener un año con ventanas de oportunidades. Recordando que las oportunidades tienen fecha de caducidad. Y como dijo “El Lencho” León: “El que por su gusto es güey, se va de fiesta”. ¡Feliz año a todos! Sale.

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