/ martes 19 de noviembre de 2019

Contrasentido

El hermano mayor ha regresado


México por sus condiciones económicas siempre había sido considerado el hermano mayor de los países de Latinoamérica por su vocación y sentido de responsabilidad sobre los problemas comunes, sin caer en el entrometimiento de las decisiones internas de cada nación. Sin embargo, lamentablemente se había extraviado esa autoridad moral por el servilismo y entreguismo de gobiernos anteriores con los vecinos del norte.

Un claro ejemplo de lo anterior fue la tristemente célebre frase del ex presidente Vicente Fox a su homólogo cubano: “Cenas y te vas”. Lo anterior fue inferido al ex mandatario y legendario Fidel Castro, para no causar “molestias” a los diplomáticos estadounidenses. Es decir, para que no coincidieran en la cumbre. Con ese ejemplo vemos cómo se afianzó la jettatura de Estados Unidos sobre la política exterior mexicana, sometiendo a tal grado que se renunciaba ser el hermano mayor.

Pero con la llegada del nuevo gobierno se ha buscado la forma de recuperar el liderazgo latinoamericano, para asumir la integración de un bloque económico que pueda hacer frente a la competitividad de los escenarios internacionales como una América Latina más unidad y fuerte. Con ese antecedente y ante los tristes hechos en Bolivia que ponían en riesgo la vida de su presidente ante un cínico golpe de estado, el gobierno mexicano intervino para salvaguardar la vida de Evo Morales. Con la acción anterior se dio una muestra de dignidad, entereza, congruencia y vocación democrática.

Para nadie es un secreto que detrás de todos los golpes de estado de América siempre han estado los intereses de grupos estadounidenses y en Bolivia no es la excepción. Por lo tanto, la valentía del gobierno mexicano debe ser interpretada por los “gringos” como una afronta a su poderío, situación que le da un mayor valor al ofrecimiento y aceptación de asilo político para Evo Morales. Decisión riesgosa que se tomó por parte del gobierno mexicano la de enfrentarse diplomáticamente al estado más poderoso del mundo, pero se hizo lo correcto o lo que todo hermano mayor debe de hacer.

Es larga la tradición de asilo de México. Solo por poner un ejemplo, cuando iniciamos el proceso se reconstrucción nacional después de la sangrienta Revolución, necesitábamos sangre nueva que pudiera darnos una visión intelectual y cultural, por lo que se aprovechó para dar asilo a los intelectuales españoles que a la postre fueron uno de los detonantes para el resurgimiento de la gran nación que ahora somos. Y así tenemos cientos de ejemplos de casos de asilo político, por lo que lo de Evo Morales debe verse como un buen gesto para recuperar nuestra tradición de asilo y de hermano mayor.

El asilo de Evo ha sido flanco de ataques, al menos en redes sociales, por sectores timoratos que quieren que nuestro país siga siendo la sombra de Estados Unidos, pero esos tiempos deben sepultarse definitivamente. Siempre ha sido por todos sabido que el hermano mayor debe predicar con el ejemplo, por ello es muy sano que las políticas de México ya no se consulten o se pida autorización a los vecinos, sino se hagan con base en nuestros intereses, historia, deseos y realidades. Así que debemos estar felices porque el hermano mayor ha llegado para quedarse.

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com

El hermano mayor ha regresado


México por sus condiciones económicas siempre había sido considerado el hermano mayor de los países de Latinoamérica por su vocación y sentido de responsabilidad sobre los problemas comunes, sin caer en el entrometimiento de las decisiones internas de cada nación. Sin embargo, lamentablemente se había extraviado esa autoridad moral por el servilismo y entreguismo de gobiernos anteriores con los vecinos del norte.

Un claro ejemplo de lo anterior fue la tristemente célebre frase del ex presidente Vicente Fox a su homólogo cubano: “Cenas y te vas”. Lo anterior fue inferido al ex mandatario y legendario Fidel Castro, para no causar “molestias” a los diplomáticos estadounidenses. Es decir, para que no coincidieran en la cumbre. Con ese ejemplo vemos cómo se afianzó la jettatura de Estados Unidos sobre la política exterior mexicana, sometiendo a tal grado que se renunciaba ser el hermano mayor.

Pero con la llegada del nuevo gobierno se ha buscado la forma de recuperar el liderazgo latinoamericano, para asumir la integración de un bloque económico que pueda hacer frente a la competitividad de los escenarios internacionales como una América Latina más unidad y fuerte. Con ese antecedente y ante los tristes hechos en Bolivia que ponían en riesgo la vida de su presidente ante un cínico golpe de estado, el gobierno mexicano intervino para salvaguardar la vida de Evo Morales. Con la acción anterior se dio una muestra de dignidad, entereza, congruencia y vocación democrática.

Para nadie es un secreto que detrás de todos los golpes de estado de América siempre han estado los intereses de grupos estadounidenses y en Bolivia no es la excepción. Por lo tanto, la valentía del gobierno mexicano debe ser interpretada por los “gringos” como una afronta a su poderío, situación que le da un mayor valor al ofrecimiento y aceptación de asilo político para Evo Morales. Decisión riesgosa que se tomó por parte del gobierno mexicano la de enfrentarse diplomáticamente al estado más poderoso del mundo, pero se hizo lo correcto o lo que todo hermano mayor debe de hacer.

Es larga la tradición de asilo de México. Solo por poner un ejemplo, cuando iniciamos el proceso se reconstrucción nacional después de la sangrienta Revolución, necesitábamos sangre nueva que pudiera darnos una visión intelectual y cultural, por lo que se aprovechó para dar asilo a los intelectuales españoles que a la postre fueron uno de los detonantes para el resurgimiento de la gran nación que ahora somos. Y así tenemos cientos de ejemplos de casos de asilo político, por lo que lo de Evo Morales debe verse como un buen gesto para recuperar nuestra tradición de asilo y de hermano mayor.

El asilo de Evo ha sido flanco de ataques, al menos en redes sociales, por sectores timoratos que quieren que nuestro país siga siendo la sombra de Estados Unidos, pero esos tiempos deben sepultarse definitivamente. Siempre ha sido por todos sabido que el hermano mayor debe predicar con el ejemplo, por ello es muy sano que las políticas de México ya no se consulten o se pida autorización a los vecinos, sino se hagan con base en nuestros intereses, historia, deseos y realidades. Así que debemos estar felices porque el hermano mayor ha llegado para quedarse.

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com