/ martes 25 de mayo de 2021

CONTRASENTIDO

Después de la elección



Las trilladas frases: La elección más grande de la historia y el futuro de México está en juego culminarán dentro de un par de semanas. El día 7 de junio México debería de amanecer con resultados electorales que darán una perspectiva más concreta sobre quién gobernará en los próximos años. Y, con ello, se debería de dar por culminado un espacio político lleno de propaganda y de excesivas propuestas incumplibles que lastiman nuestra endeble democracia.

Sin embargo, existe la posibilidad de que los resultados sean muy cerrados y que la sigamos enfrascados en temas de resistencia, defensa del voto y demás declaraciones de políticos que enrarezcan la poca estabilidad nacional. Por lo anterior, se necesita de un árbitro muy fuerte que nos garantice resultados de acuerdo con la voluntad popular, pero que lamentablemente no vemos esa figura lo suficientemente fuerte como para ser el garante que necesitamos con urgencia.

Es lamentable que cínica y descaradamente actores políticos nacionales hacen todo lo posible por desestabilizar a la nación, además de que encuentran en eco en medios de comunicación y grupos empresariales que terminan por configurar una bomba de tiempo que bien tener como detonante el proceso electoral.

Incluso, hablar de pronósticos de las elecciones es muy aventurado. En las últimas elecciones habíamos visto que las casas encuestadoras se habían apegado a la rigurosidad del método científico dando como resultado la precisión en las predicciones. Sin embargo, en esta elección se observan encuestas que son diametralmente distintas en los resultados y que groseramente advierten fallos metodológicos en su aplicación, por lo que se convierten en meros instrumentos de propagandísticos de quien las manda hacer, sin que exista, por lo menos una advertencia de la autoridad o del árbitro por regularlas.

Con la moneda en el aire y con vientos turbios se encuentra nuestro proceso electoral. Lo ideal sería una votación masiva de la ciudadanía que no dé margen de duda y que dote de legitimidad al proceso electoral. Pero tal vez, espero estar equivocado, lo anterior sea un escenario poco probable por el hartazgo de las campañas vacías, promesas y exceso de publicidad; además del virus que pudiera acechar la complicada jornada electoral que se nos avecina. Así que estimado lector, hoy más que nunca, su voto contará y nos puede ahorrar grandes dolores de cabeza.

¡A votar libremente según nuestras convicciones!

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com

Después de la elección



Las trilladas frases: La elección más grande de la historia y el futuro de México está en juego culminarán dentro de un par de semanas. El día 7 de junio México debería de amanecer con resultados electorales que darán una perspectiva más concreta sobre quién gobernará en los próximos años. Y, con ello, se debería de dar por culminado un espacio político lleno de propaganda y de excesivas propuestas incumplibles que lastiman nuestra endeble democracia.

Sin embargo, existe la posibilidad de que los resultados sean muy cerrados y que la sigamos enfrascados en temas de resistencia, defensa del voto y demás declaraciones de políticos que enrarezcan la poca estabilidad nacional. Por lo anterior, se necesita de un árbitro muy fuerte que nos garantice resultados de acuerdo con la voluntad popular, pero que lamentablemente no vemos esa figura lo suficientemente fuerte como para ser el garante que necesitamos con urgencia.

Es lamentable que cínica y descaradamente actores políticos nacionales hacen todo lo posible por desestabilizar a la nación, además de que encuentran en eco en medios de comunicación y grupos empresariales que terminan por configurar una bomba de tiempo que bien tener como detonante el proceso electoral.

Incluso, hablar de pronósticos de las elecciones es muy aventurado. En las últimas elecciones habíamos visto que las casas encuestadoras se habían apegado a la rigurosidad del método científico dando como resultado la precisión en las predicciones. Sin embargo, en esta elección se observan encuestas que son diametralmente distintas en los resultados y que groseramente advierten fallos metodológicos en su aplicación, por lo que se convierten en meros instrumentos de propagandísticos de quien las manda hacer, sin que exista, por lo menos una advertencia de la autoridad o del árbitro por regularlas.

Con la moneda en el aire y con vientos turbios se encuentra nuestro proceso electoral. Lo ideal sería una votación masiva de la ciudadanía que no dé margen de duda y que dote de legitimidad al proceso electoral. Pero tal vez, espero estar equivocado, lo anterior sea un escenario poco probable por el hartazgo de las campañas vacías, promesas y exceso de publicidad; además del virus que pudiera acechar la complicada jornada electoral que se nos avecina. Así que estimado lector, hoy más que nunca, su voto contará y nos puede ahorrar grandes dolores de cabeza.

¡A votar libremente según nuestras convicciones!

@GildardoLinarez

glinarez@hotmail.com