/ martes 9 de enero de 2024

La ministra rebelde

“En congruencia con lo que he expresado en múltiples ocasiones, solicité formalmente a la SCJN que mi remuneración como ministra no exceda lo que determina la Constitución, y que se me inscriba al ISSSTE, no a alguno de sus seguros privados” Ministra Lenia Batres

Un país de leyes a media, plagado de simulación en donde las grandes esferas del poder judicial se regodea de ser garantes de la justicia y constitución pero se oponen a ganar menos que el presidente de la república, aun cuando el artículo 127 de la carta magna así lo estipula.

Para nadie es un secreto que presuntamente en esta gran nación no se aplica uno de los grandes preceptos del derecho, la justicia no tiene precio, y no porque sea incorruptible sino porque pondría usted un precio al aire que respira o a la libertad que acongoja la suave brisa veraniega de violar la constitución Mexicana por el simple hecho de seguir en la opulencia que solo funcionarios mexicanos pueden tener, pues no olvidemos de la aparente ineptitud del poder judicial en lo único que tiene obligación de hacer bien, impartir justicia.

Nadie debe ganar más que el presidente de la república según el artículo 127, uno que gustosos presuntamente se pasan por el arco del triunfo algunos ministros del órgano máximo de injusticia, digo justicia.

La Ministra Batres es la rebelde, el frijolito en el arroz, pero tampoco es de aplaudir o festejar lo que pidió al momento de tomar protesta en el cargo, pues no pide nada extraordinario más que el simple cumplimiento de la ley, algo que como ya se mencionó, para algunos ministros violar dicho artículo no es infringir la constitución.

¿Inscribirse al ISSSTE? Por su pollo que nelson dicen las cúpulas de la Suprema Corte, para qué, chale mejor firulais. Los seguros de gastos médicos privados para funcionarios no deberían de existir, pues gracias a que no se atienden y aparentemente desconocen la precaria situación de las instituciones de salud pública es que sigue perpetrando las viejas mañas del sistema de salud, quienes hacen maravillas con lo que tienen y pueden, pues como muchas instituciones públicas, están plagadas de charrismos sindicales, de lobos con piel de oveja que continúan perpetrando las viejas mañas.

Hasta que un funcionario no se atienda donde la mayoría de la población lo hace, el área de salud tal vez entonces sea prioridad, mientras la sigan evitando con seguros privados de cachete, el barco no se moverá.

La ministra rebelde llegó, para algunos un caballo de troya, para otros, esperanza de que el último bastión de la presuntamente endémica mafia del poder sea reformado, reconstruido, pues hace mucho tiempo que las cortes mexicanas sirven a intereses distintos a los del pueblo, a los de la Constitución Mexicana.

“En congruencia con lo que he expresado en múltiples ocasiones, solicité formalmente a la SCJN que mi remuneración como ministra no exceda lo que determina la Constitución, y que se me inscriba al ISSSTE, no a alguno de sus seguros privados” Ministra Lenia Batres

Un país de leyes a media, plagado de simulación en donde las grandes esferas del poder judicial se regodea de ser garantes de la justicia y constitución pero se oponen a ganar menos que el presidente de la república, aun cuando el artículo 127 de la carta magna así lo estipula.

Para nadie es un secreto que presuntamente en esta gran nación no se aplica uno de los grandes preceptos del derecho, la justicia no tiene precio, y no porque sea incorruptible sino porque pondría usted un precio al aire que respira o a la libertad que acongoja la suave brisa veraniega de violar la constitución Mexicana por el simple hecho de seguir en la opulencia que solo funcionarios mexicanos pueden tener, pues no olvidemos de la aparente ineptitud del poder judicial en lo único que tiene obligación de hacer bien, impartir justicia.

Nadie debe ganar más que el presidente de la república según el artículo 127, uno que gustosos presuntamente se pasan por el arco del triunfo algunos ministros del órgano máximo de injusticia, digo justicia.

La Ministra Batres es la rebelde, el frijolito en el arroz, pero tampoco es de aplaudir o festejar lo que pidió al momento de tomar protesta en el cargo, pues no pide nada extraordinario más que el simple cumplimiento de la ley, algo que como ya se mencionó, para algunos ministros violar dicho artículo no es infringir la constitución.

¿Inscribirse al ISSSTE? Por su pollo que nelson dicen las cúpulas de la Suprema Corte, para qué, chale mejor firulais. Los seguros de gastos médicos privados para funcionarios no deberían de existir, pues gracias a que no se atienden y aparentemente desconocen la precaria situación de las instituciones de salud pública es que sigue perpetrando las viejas mañas del sistema de salud, quienes hacen maravillas con lo que tienen y pueden, pues como muchas instituciones públicas, están plagadas de charrismos sindicales, de lobos con piel de oveja que continúan perpetrando las viejas mañas.

Hasta que un funcionario no se atienda donde la mayoría de la población lo hace, el área de salud tal vez entonces sea prioridad, mientras la sigan evitando con seguros privados de cachete, el barco no se moverá.

La ministra rebelde llegó, para algunos un caballo de troya, para otros, esperanza de que el último bastión de la presuntamente endémica mafia del poder sea reformado, reconstruido, pues hace mucho tiempo que las cortes mexicanas sirven a intereses distintos a los del pueblo, a los de la Constitución Mexicana.